El Racing se queda con lo importante

El Racing se queda con lo importante
fútbol entre el Racing y el Sporting B

 

Al fin y al cabo, lo que cuentan son los puntos. La semana pasada, el Racing solo sumó uno frente al líder Oviedo a pesar de realizar un excelente encuentro. En cambio, ayer no tuvo una buena actución ante un rival de la zona baja de la clasificación como el Sporting B, pero se llevó los tres que le hacen seguir en los puestos que al final de la liga regular lo clasificarían para la fase de ascenso a Segunda. De ahí que su valoración de la jornada sea positiva, a pesar de que durante algunos minutos el cuadro verde ofreciese un nivel cuando menos, inquitante para lo que se espera de un candidato a ascender.
Puede que porque el rival que ayer tenía enfrente no fuese del renombre del Oviedo o que el hecho de que el Sporting B llegase plagado de bajas –hasta siete jugadores de categoría juvenil– llevase al Racing a confiarse de la facilidad de ganar. Por eso, pese a un primer disparo del visitante Alberto, el cuadro verde empezó a coleccionar llegadas sobre la meta contraria que a punto estuvieron de convertirse en el tanto que estrenase el marcador –Vela y Maikel Mesa dispusieron de las mejores, abortadas “in extremis” por un defensa y el portero–. Sin embargo, a pesar de dar la sensación de estar sobrado, el Racing no fue capaz de adelantarse en el marcador más que con un regalo visitante, cuando el defensa Sergio Menéndez y el portero Pol Busquets no se entendieron a la hora de despejar la pelota y Joselu, que pasaba por aññí, se aprovechó para marcar a puerta vacía e inaugurar el marcador.
El tanto, sin embargo, no hizo más que descontrolar un partido que no tenía mucho orden, por lo que el juego pasó a ser un correcalles en el que el Racing fue el único que consiguió hilvanar acciones de peligro. Sin embargo, la falta de intensidad que mostró en los metros finales –esos en los que hay que hacer las de una manera precisa y decidida– hizo que sus posibilidades no llegasen a buen puerto, por lo que la resolución del encuentro quedaba para la segunda parte.

alternativas
A la vuelta del descanso volvió la apatía al Racing, que daba la sensación de conformarse con lo que ya tenía y que, por eso, no se aplicaba demasiado en busca de un nuevo tanto. Pero, a pesar de que el Sporting B no demostró tener demasiados argumentos como para poner en complicaciones al equipo ferrolano, lo exiguo de la diferencia en el marcador hacía que el choque estuviese rodeado de una incertidumbre que al cuadro verde no le agradaba.
El tanto de un Dalmau recién ingresado en el terreno de juego, al rematar un centro desde la línea de fondo de Maceira, apaciguó los ánimos. De hecho, a partir de ahí la ilusión sportinguista empezó a decrecer de forma proporcional a la comodidad que el equipo ferrolano, espoleado por el ánimo de los recién entrados al terreno de juego –al margen del autor del segundo gol racinguista, Adrián Cruz también colaboró en el despertar racinguista–, comenzó a mostrar. De todas maneras, otra vez la falta de claridad a la hora de definir impidió que la renta aumentase más.
El ímpetu racinguista, de hecho, desapareció en el momento  en el que el Sporting B consiguió su tanto, anotado por Pablo Fernández al rematar un centro desde la banda derecha de Guille. Fueron unos minutos de preocupación, en los que el Racing no exhibió la firmeza que se le presupone a un candidato a estar entre los mejores de la clasificación al final de la competición.
Sin embargo, la escasa “pegada” del filial sportinguista impidió que este estado de intranquilidad fuese más lejos. Por eso, el cuadro verde amarró tres puntos –favorecido además por otro tanto de Dalmau, este con el tiempo reglamentario cumplido, tras remachar un golpe franco botado por Marcos Álvarez– que llegaron con más pena que gloria... pero que al final valen igual para el objetivo de acabar entre los cuatro primeros, esos en los que quiere permanecer durante las diez jornadas que aún faltan.

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