A una semana de las elecciones catalanas del 27-S, el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, barajó la posibilidad de un “corralito” financiero en una hipotética Cataluña independiente, el mismo día en que también lanzaron avisos directivos de firmas como Pronovias o Telefónica.
Durante un desayuno informativo, Linde subrayó los problemas de financiación de una Cataluña independiente, sin acceso a las facilidades del Banco Central Europeo, y apuntó que, en casos de “tensión grave”, existe riesgo de “corralito”.
No fue la única voz que lanzó ayer una advertencia sobre los efectos que podrían derivarse de una declaración unilateral de independencia: el presidente de la cadena de moda nupcial Pronovias, Alberto Palatchi, envió un comunicado a sus trabajadores en el que alerta de que la empresa sería “difícilmente viable” en una Cataluña independiente y podría verse obligada a irse.
También terció en el debate el presidente de Telefónica, César Alierta, que dijo compartir “totalmente” la preocupación del mundo empresarial, porque “los efectos económicos de una supuesta independencia, que no se va a dar, son supernegativos”.
Estos pronunciamientos al margen de la arena política marcaron la jornada de campaña de ayer en Cataluña, en la que el presidente de la Generalitat y candidato de Junts pel Sí, Artur Mas, tildó de “inmoral e irresponsable” el aviso de Linde, al que acusó de “intoxicar” contra la independencia para mantener su “silla”. Mas pidió a los catalanes que “no se dejen arrastrar por la estrategia del miedo” y remarcó que es “falso” afirmar que habrá corralito en caso de independencia.
El número uno de Junts pel Sí, Raúl Romeva, subrayó que “el futuro de Cataluña lo decidirá la gente, no el Gobierno español, ni un banco ni el presidente de la Comisión Europea”.
Por su parte, el candidato del PPC, Xavier García Albiol, alertó de que, si los independentistas llevasen a cabo sus planes, desencadenarían un “goteo” de gente que emigraría de Cataluña hacia otras partes de España y harían revivir estampas de “la Europa de los años 40”. Albiol avanzó que en el acto de cierre de campaña que el PPC celebrará el viernes en el Palacio de Congresos de Cataluña se verá arropado por el expresidente francés Nicolas Sarkozy y por el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy.
Quien sí aplaudió al gobernador del Banco de España fue la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que remarcó que las elecciones del 27-S son una “oportunidad” para dejar de hablar de las consecuencias negativas de una independencia de Cataluña. Asimismo, Arrimadas valoró la “valentía” de los empresarios catalanes que “han levantado la voz” y se han pronunciado contra el discurso oficial del Govern.
Desde Unió, Ramón Espadaler admitió el “riesgo cierto” de “corralito” si hay una declaración unilateral de independencia, pero llamó a evitar el inmovilismo y el discurso del miedo. Por su parte, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, denunció lo que considera un intento por parte de la banca española de “amenazar” a los catalanes y “condicionar” su voto en las autonómicas del domingo. “Me parece muy mal. No se puede amenazar a nadie. Los catalanes son maduros para que nadie les venga a amenazar con escenarios apocalípticos. No se puede amenazar, y menos los bancos”, dijo.
Por ello, Iglesias anunció que va a plantear junto al eurodiputado de ICV Ernest Urtasun una pregunta a la Comisión Europea para conocer su opinión sobre el hecho de que “los bancos intervengan en una campaña electoral”. “Incluso aunque fuera cierto sería una manera indignante de tratar de condicionar a los ciudadanos a la hora de votar. Creo que hay que reivindicar el juego limpio”, añadió.