El consumo de ansiolíticos y antidepresivos para mejorar el ánimo, la ingesta regular de sustancias legales como el alcohol y el tabaco y el juego de apuestas con dinero, especialmente en loterías y en menor medida en tragaperras o bingos, son las adicciones más comunes entre los mayores en España.
Tener una salud mental vulnerable, lo que en muchas ocasiones está determinado por factores como la soledad o la infelicidad, envejece más que el tabaquismo, según han comprobado investigadores de Estados Unidos y China.
Galicia es la comunidad autónoma con el mayor consumo de relajantes, tranquilizantes y somníferos y sufre cada año cuatro veces más muertes por suicidios, hasta superar las trescientas; que por accidentes de tráfico, con 79 el año pasado.
El periodista de La Vanguardia y analista político Anxo Lugilde presentó ayer en el centro cultural Torrente Ballester su libro “A vella compañeira”, una obra en la que narra su experiencia personal en la lucha contra la depresión que sufre desde hace treinta años
Los trastornos depresivos se han triplicado con la pandemia y afectan ya al 20 % de la población; los expertos prevén una aminoración de las cifras, pero factores como el estilo de vida o una sobreprotección de los menores van a propiciar que los casos sigan lenta, pero progresivamente, en aumento.
Según el estudio sobre salud mental del CIS, el 79 por ciento de los encuestados reconoce sentirse "bastante o muy preocupado" por la pandemia.