La importancia de divulgar

a ciencia en los últimos años ha avanzado de forma exponencial. El último siglo ha visto más descubrimientos que el resto de nuestra historia. Y la cosa no parece que se vaya a estancar. Cuanto más conocemos, más parece que somos capaces de desentrañar sobre los misterios de la vida, el universo y lo que se nos ponga por delante. Las nuevas tecnologías de la comunicación han ayudado en este crecimiento. Ahora es más fácil que nunca compartir conocimiento, este ya no se encuentra en una recóndita biblioteca perdida a miles de kilómetros. Está tan solo a la distancia de un clic.
La divulgación científica es un asunto apasionante, pero al que no se le presta la suficiente atención, lo que acaba degenerando equívocos que luego tienen difícil solución. No ayuda muchas veces el tratamiento simplificador que desde los medios se hace de muchos descubrimientos. Cuando se habla, por ejemplo, de que un principio activo que se ha encontrado en una planta puede tener propiedades anticancerígenas, al final lo que Fulano Mengano acaba sacando en claro es que comer alcachofas cura el cáncer de pulmón.
Sin embargo la culpa no solo es de los medios de comunicación. También los investigadores fracasan muchas veces en el objetivo de transmitir sus avances a la sociedad. Se invierten muchos esfuerzos en la producción de conocimiento, pero no tanto en hacer que llegue a todo el mundo. En un mundo muy competitivo, se prima sobre todo la producción. Publicar o morir que se dice. Pero se olvidan de que no solo basta con producir, si todo eso se queda olvidado en un cajón o solo las élites tienen acceso.
Pero tranquilos, que hay culpa para todos. Tampoco la sociedad hace los esfuerzos suficientes en aumentar la cultura científica de la población. Y esto no quiere decir que tengamos que conocernos el peso atómico de todos los elementos de la tabla periódica, sino en entender como funciona el proceso científica, cuales son los pasos que son necesarios dar para obtener conocimiento y el valor de los hechos y las refutaciones. Porque a pesar de todo lo que ya sabemos, sigue siendo aterrador comprobar como todavía hay gente que defiende que la tierra es plana, que los alunizajes fueron un montaje o que las vacunas producen autismo. Así que mejor si entre todos ponemos nuestro grano de arena para mejorar en este sentido y así aprovechar el enorme potencial de la ciencia moderna.
 

La importancia de divulgar

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