EL COMENTARISTA

Alguien dijo que “la herramienta de la información es más fuerte y efectiva que cualquier fuerza bélica”; bueno, eso será siempre que no haya ciegos ni sordos, metafóricamente hablando, ni que aún leyendo o escuchando, lo tergiversen todo.
Mientras la vida de curritos, no curritos, parados y demás mortales continúa, la industria 4.0 avanza inexorablemente inundando todo y hasta robotizando el ámbito doméstico poco a poco. Hace quince días algo insinué acerca de sus positivas y negativas consecuencias en un artículo titulado “No habrá empleo pá tanta gente”, al que un amable lector, o lectora con seudónimo, se tomó la molestia en ponerme podre escribiendo un comentario: listilla e ignorante, me llamó. 
Me pregunto si se habrá enterado (y qué lectura le habrá dado) que en los días siguientes supimos del goteo de empleos masivos a extinguir: BBVA y Santander, cerrando centenares de oficinas; ABC, cerrando una rotativa no sé dónde; Arcelor, sopesando llevar a Asturias 278 trabajadores de Zumárraga porque ve inevitable el cierre de la planta vasca. Navantia, confirmando que se halla ahogada por millonarias pérdidas y que ese contratiño por el que suspira, cinco corbetas para Arabia Saudí, no acaba de ser firmado porque el boli no tiene tinta y no tendrán habilitada la firma digital.
Aunque la industria 4.0 está a las puertas empujando sin llamar, aún no estamos preparados para recibirla y adaptarnos rápido a los cambios que conlleva. La propia Administración del Estado aún anda por la era 2.0 y mal.
La mismísima Presidenta del Consello da Avogacía de Galicia y decana del Colegio de Abogados de Ferrol, denunciaba ahí atrás fallos en el sistema informático judicial, que presenta problemas de seguridad jurídica, capacidad limitada y el cuelgue del programa cada dos por tres.
La abogada Enma González, colaboradora de este Diario, en su artículo “Papel cero” comentaba que el gasto en papel desde que entró en vigor la ley que decreta su desaparición de los juzgados (el 1 de enero pasado) aumentó un 30% y que este sistema informático, LexNet, a día de hoy sólo consiste en la entrega digitalizada de documentos, que luego imprimirán para confeccionar el expediente en papel, igualito que a la antigua usanza.
Es probable que implantar LexNet haya costado un porrón de millones de euros y por la vía de la adjudicación amistosa… por lo que arreglos y responsabilidades se aminoran y eternizan, cuando no hay nada que inventar. 
Uno mismo, con ayuda de escáner y una buena nube donde ir archivando, puede configurar un expediente completo, con imagen y sonido incluido, a disposición de quien haga falta y sin cargar la red ni la capacidad del buzón de destino. No hay más que organizar eso al servicio de las necesidades del receptor final.
Por si fuera poco, la Diputación de A Coruña dispone de una plataforma telemática que va como un reloj suizo, disponiendo de un equipo humano, paciente y amable, al otro lado del teléfono, en el Centro de Recursos Informáticos. Todo está inventado; no hay más que adaptar y, si tal, mejorar. Sin embargo, a las cabreantes desigualdades a las que nos abocan los 17 reinos de Taifas españoles, hay que sumarle ahora una más: la derivaba de que “cada comunidad con transferencias en materia de Justicia haya optado por un programa de gestión diferente”, se lamenta la abogada González.
No llegada a conseguir jamás la cacareada “ventanilla única” administrativa, que facilitaría las relaciones del ciudadano con la Administración, esperar ahora por una única “e-Ventanilla” se convierte en una desternillante quimera. 
Como decía, la tramitación telemática con la Diputación coruñesa es sencilla y ante cualquier problema se cuenta con el CRI, intentando ayudar por teléfono y con el usuario ante la pantalla del ordenador. La firma digital tanto puede realizarse con certificados como con el e-DNI. Pues hete aquí que ni esto está homogeneizado: para la tramitación on-line de asuntos ante la Oficina Española de Patentes y Marcas, OEPM, no valen los unos ni los otros: firma gráfica por imagen. Los problemas a resolver con el Soporte Técnico, han de ser vía mail: “envíeme un pantallazo” “pruebe ahora con el enlace siguiente, a ver.”
El pulso de la Administración Pública no es ajeno al devenir político y los políticos ya vemos a lo que están. A nuestro favor, la herramienta de la información aludida al inicio. Sólo hay que querer usarla en lugar de escribir chorradas como las del amable comentarista.
 

EL COMENTARISTA

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