La “filarmónica” más clásica

Amo el “la” 440, porque esta nota de afinación orquestal suele anunciar que algo bueno va a acontecer, como ocurrió esta semana pasada en el Auditorio de Ferrol con la Sociedad Filarmónica Ferrolana, la Orquesta Sinfónica de Galicia y un repertorio doblemente clásico, ya que en él se incluyeron obras de Haydn, considerado “padre del clasicismo” y también  de la sinfonía y del cuarteto de cuerda y de Brahms, el “más clásico de los compositores románticos”. 
La soberbia Orquesta Sinfónica de Galicia dirigida por Dima Slobodeniouk interpretó en la primera parte del concierto la Sinfonía número 104 en Re Mayor, conocida también como la Sinfonía Londres, la duodécima que Haydn escribió en Inglaterra y en la que reúne perfección formal y técnica instrumental en una música de equilibrio armónico y singular belleza, siguiendo los parámetros de la estética helena y de Brahms, adjetivado por J. Joachim “puro como un diamante y suave como la nieve”, el segundo Concierto en Si bemol Op. 83, considerado por muchos como una de las piezas de mayor dificultad técnica dentro de la literatura pianística.
Si bien el invitado solista, el brasileño Nelson Freire, colaborador en las más prestigiosas orquestas internacionales y bajo las batutas de los más grandes directores de la actualidad no sólo la interpretó con eximia pulcritud sino que además supo cautivar al público desde el primer momento, cuando el piano contesta como un eco a los compases iniciados por la trompa, transcurriendo después en el carácter pastoral del Allegro ma non troppo, la “danza macabra” del Allegro appasionato, la descriptiva nostalgia de la muerte en el apacible Andante y el alegre tema principal del Allegretto grazioso. 
Un gran concierto que deja patente el papel hegemónico que Galicia está consiguiendo musicalmente en estos últimos años. 
Enhorabuena a la Filarmónica y a los que hacen este milagro posible por y para Ferrol.

La “filarmónica” más clásica

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