La historia del Festival de Ortigueira se cuenta en imágenes con el taller de Galioart

La asociación propone salir a practicar fotografía documental de calle con María Moldes y ofrece alojamiento
La historia del Festival de Ortigueira se cuenta en imágenes con el taller de Galioart
Una de las páginas del fotolibro realizado en el taller del año pasado, impartido por Jota Barros | CEDIDA

Cada año que pasa del Festival Internacional do Mundo Celta de Ortigueira, desde 2016, la asociación cultural Galioart propone sumergirse en este ambiente único para realizar un taller de fotografía documental de calle. En esta edición, que tendrá lugar del 11 al 13 de julio, la guía será María Moldes, una profesional conocida incluso a nivel internacional por proyectos como “Scenes of radiactive life” o su reciente campaña con Polaroid.


El coordinador de la iniciativa recogió esta semana el fanzine que recopila las creaciones de los participantes del año pasado, con Jota Barros como docente, acumulando ya dos fotolibros que registran los cambios en el paisaje y las personas que le dan vida. “A la fotografía documental el simple paso del tiempo le da valor”, concluye dicho responsable, Jesús Giz. 

 

Aunque los espacios son siempre los mismos, los profesionales aportan una dimensión diferente a las distintas ediciones, en las que “nos empapamos de la visión de ese fotógrafo”, lo que obliga a los participantes a salir de sus zonas de confort: “por ejemplo, el año que vino Tono Arias todos utilizamos mucho más el flash”, concreta.


Asimismo, cuando el protagonista fue Eutropio Rodríguez, que según el coordinador, realiza una “fotografía más introspectiva”, el encuentro adquirió un tinte terapéutico para muchos. Se trataba del primer taller a la vuelta del parón por la pandemia, en 2022, coincidiendo con un punto de inflexión en el uso de las mascarillas y su consiguiente sacudida psicológica. En esta ocasión, que es la octava debido a ese lapso de dos años, es la primera vez que se incorpora la visión de una mujer.

 

En todas las ediciones se elige a profesionales gallegos y en esta es el turno de María Moldes, cuyo trabajo llevado a cabo en playas de Benidorm tuvo una gran repercusión. Tal como detalla Giz, estas fotografías recuerdan a obras de Martin Parr o Carlos Pérez Siquier y esconden un relato de interés social, igual que ocurre con su proyecto más reciente desarrollado en México.


Sobre la importancia del relato en este sector también se pronunció el coordinador, recordando a David Jiménez, que “a veces sentía envidia de los músicos porque emocionar con la fotografía es mucho más difícil”. Así, siguiendo las lecciones de 2024 de Jota Barros, apunta la pertinencia de sentir más que pensar al ver una imagen.


Desde hace alrededor de diez años, Jesús Giz pasó de relacionarse con los festivaleros a través de la barra a hacerlo detrás del objetivo, por lo que es buen conocedor de sus capturas. Así, destaca que en la cita conviven personas procedentes de universos muy diferentes, con las que interactúan en este taller y “ponen súper fácil” su tarea.


“Foto Caníbal” es el título de esta edición, inspirado en la popular canción de Os Resentidos y, según la propia Moldes, la propuesta es “una invitación a fotografiar desde el instinto, fluir en el caos, utilizándolo para encontrar extrañamiento, surrealismo, retranca o lo que lleves en la cabeza para encontrar un discurso propio a partir de las realidades del festival huyendo de la simple documentación”.


Los interesados en aprovechar las seis plazas que quedan, pueden apuntarse o preguntar a través del correo galioart.fotografia@gmail.com. Además, la asociación Galioart ofrece la posibilidad de hospedarse tres noches en una casa, para la que solo hay disponibles dos vacantes, y recuerda la opción, para quien lo desee, de acampar en el pinar. 

La historia del Festival de Ortigueira se cuenta en imágenes con el taller de Galioart

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