Teniendo presente que el medio ambiente es necesariamente complejo en el sector industrial, ya que cualquier proceso industrial consume energía, agua y otras materias primas y a su vez genera en mayor o menor medida una serie de impactos asociados a la atmósfera, al agua, al suelo, a la generación de ruido ambiental y de residuos; la reindustrialización de Ferrolterra, Eume y Ortegal está inmersa en un cambio de ciclo hacia la economía verde, mediante el desarrollo de nuevos proyectos, captación de nuevos emprendedores, impulso a las energías renovables (eólica marina, eólica terrestre, hidrógeno verde, etc.). Las empresas tienen que conseguir un enfoque integrado en todas sus actividades incluyendo los aspectos sociales, económicos y medioambientales, con la finalidad de satisfacer las necesidades de todos los grupos de interés. Es momento de sumar esfuerzos y remar juntos en la misma dirección: agentes sociales, empresas, sindicatos, administración, de cara a unificar criterios y poner en marcha un plan estratégico para el desarrollo industrial de esta zona.
 

El desarrollo sostenible ofrece al tejido empresarial de Ferrolterra, Eume y Ortegal, múltiples oportunidades. El factor ambiental constituye tanto una oportunidad de negocio para las empresas como la respuesta de su Responsabilidad Social Corporativa ante la creciente sensibilidad y demanda de calidad de la ciudadanía en este aspecto, que se ha visto frenado por la pandemia y el conflicto bélico de Ucrania, pero estoy seguro que volverá a recuperar su pulso. Ferrolterra posee una industria consolidada en el naval, que en los últimos años se ha ido diversificando hacia las energías renovables y el off-shore. Navantia se está volcando con la eólica marina, desde los astilleros de Fene y de Ferrol; además de la construcción de las F-110 en su astillero, un proyecto puntero que será un balón de oxígeno para la economía de la zona en los próximos años.  
 

La gestión ambiental y la rentabilidad empresarial son compatibles. Un comportamiento responsable genera éxitos conocidos. Los resultados financieros y económicos (cuenta de resultados) es el mejor apoyo a una gestión ambiental adecuada. Se puede decir que una buena parte del tejido empresarial español y gallego respeta el medio ambiente y se encuentra en el camino de la excelencia en la gestión ambiental de sus organizaciones.
 

Es preciso estimular el emprendimiento verde en Ferrolterra, Eume y Ortegal, ya que el sector está llamado a ser una pieza clave en el desarrollo sostenible futuro de esta zona y de Galicia, además de yacimiento de empleo. Las empresas que quieran ser competitivas tienen que cuidar su imagen ecológica (lo verde vende), la tendencia tiene mucho que ver con la producción y el consumo sostenible, en la medida en que incrementa la sensibilidad ambiental, y la orientación del consumo está encaminada hacia la producción comprometida con el medio ambiente. 
 

Por emprendimiento se entiende la capacidad para identificar y aprovechar nuevas oportunidades, asumiendo los riesgos que comporta; el emprendedor es la persona que inicia una nueva empresa o proyecto. El emprendimiento exige tres requisitos: formación orientada a la capacidad de emprendimiento; apoyo institucional y reconocimiento social, y existencia de campos de actividad susceptibles de nuevos proyectos. Las iniciativas del emprendimiento verde son transversales a los tres sectores: primario, secundario y terciario; se dan tanto en el campo como en la ciudad; son muy diversas, surgen de la innovación bajo el paradigma de la sostenibilidad, y se orientan hacia un modelo de desarrollo sostenible basado en el ecodiseño. 
 

Mucho ánimo y todo mi apoyo a los emprendedores verdes, queda mucho camino por recorrer hacia la sostenibilidad, y se necesitan emprendores comprometidos con el medio ambiente que se incorporen a hacer ese camino para alcanzar el objetivo.