Hasta el 19 de junio la Fundación Barrié ofrece la muestra “Textiles de artistas”, auténtica primicia que nos descubre una inesperada faceta de algunos de los más grandes artistas del siglo XX, como Picasso, Dalí, Miró, Calder o Warhol.. La producción se debe al Fashion and Textile Museum de Londes, fundado en 2003 por la diseñadora británica, que con tal motivo, visitó A Coruña, Zandra Rhodes, quien, además de declarar que se sentía emocionada e incluso sorprendida, afirmó que “los textiles son una importante forma de arte” y y que “ hay que dar importancia a las cosas hechas a mano”, como, por cierto, afirmaba la Bauhaus.

La exposición cuenta con más de cien piezas, entre telas, vestidos, tapices, pañuelos y otros objetos y arranca en la década de 1910, Representantes del fauvismo, futurismo y constructivismo se adentraron en el diseño, de lo que da fe el pañuelo y la tela de Sonia Delunay (1925), o las telas “Los violines” (1919), “Charlot” ( 1919) y “El circuito de carreras” (1923) de Raul Dufy. De eterno movimiento habla la tela “Acróbatas circenses” de Alexander Calder, donde el gran creador de las esculturas móviles dibuja siluetas humanas rojas y azules realizando piruetas .

El tapiz “Kernoo” de Víctor Vasarely, compuesto de una serie rítmica de figuras geométricas, es una clara muestra de la llamada abstracción-creación y del arte cinético, surgido tras la segunda guerra mundial.. Ejemplos de la década del 40 son los pañuelos diseñados por Matisse, Henry Moore, Patrick Heron o Graham Sutherland.. De esta década son piezas de Dalí, como “El número, por favor”, “Lluvia de primavera” o “Bailarina”.

La década del 60 es la de los pioneros del pop, cuyo gurú Andy Warhol aparece aquí representado con faldas, vestidos y telas iluminados por mariposas, frutas, botones , helados y caramelos. Por estos años,de la relación de Picasso y la Bloomcraft Fabrics neoyorkina, que se llamó “El Picasso oculto”, surgieron textiles como “Naturaleza muerta”, “Cuaderno de bocetos” “Frontispicio, “La Californie”,etc, en los que reproduce ideas y personajes de su obra, como Jacqueline Rode, a la que diseña cabalgando sobre blancos caballos; el Picasso que lleva la figura a su máxima simplificación aparece en las telas y vestidos “Fauna musical” y “Frontispicio”, en donde repite, su nombre, fechas y la palabra toros.

Hay un apartado dedicado al siglo XXI, como la tela y el vestido que, en 2016, Zandra Rhodes realizó para la colección “Cruise” de Valentino; destaca el espléndido tapiz de Damien Hirst “Entra en el infinito: revelación” (2016), una auténtica explosión de energía expansiva, que podría relacionarse con los descubrimientos de la astrofísica. La muestra nos descubre la gran aportación que tuvieron los movimientos renovadores de la vanguardia del siglo XX, para el diseño de moda y de textiles,; un camino iniciado por Raul Dufy, a principios del siglo XX,en los Workshops de Londres. De esta manera, el arte con mayúscula y las llamadas artes menores establecieron un nexo hasta hoy.