De los varios pilares que sostuvieron los actos de los días 9, 10 y 11, debemos resaltar el de las mujeres, que fueron necesarias antes, en el acto y después de los hechos.
Con la creación de las CCOO la fuerza sindical se multiplicó, los varones eran los cabecillas que organizaban todo. El caso de Ferrol era especial, había una amplia cantidad de mujeres (algunos apuntan a 20.000) trabajando en el comedor y limpieza de la Bazán, en la Pysbe limpiando y salando el bacalao (aunque el contrato era de limpiadoras y por eso les pagaban mucho menos que a los hombres); en la fábrica de toallas Manufacturas Pîñón, Pemsa y otras. A las anteriores hay que sumar las que se dedicaban a los trabajos domésticos de las familias con poder económico, desde lavar y planchar la ropa, a cuidar a los niños o amamantarlos. En cuanto a las profesiones que podían elegir las mujeres en Ferrol en los años sesenta tenemos sólo dos: de enfermera en la escuela del hospital militar de Esteiro, o en las monjas Mercedarias magisterio de la Iglesia, para poder presentarse a oposiciones del Estado debían superar una reválida en Santiago.
Las inquietudes sociales en las mujeres se hicieron sentir en los años sesenta, en la Pysbe decidieron enfrentarse a la empresa y exigir que su salario fuera igual al de los varones, con mucho esfuerzo y con apoyo de otras mujeres y hombres lo consiguieron. Otro punto fue en Manufacturas Piñón casi por lo mismo, allí la HOAC tenía militantes que llevaron las riendas. Desde esos momentos algunas monjas como las de Lestonnac, la Domus Eclesiae, o Placeres Pontevedra o exmonjas como Lola Arribe, seguidoras del Concilio Vaticano II abrieron la enseñanza a los niños necesitados, y colaboraron en las luchas obreras de múltiples formas. Recuerdo una anécdota curiosa, una niña de unos 7 años dijo en voz alta en la escuela “señorita mi mamá llevó pan y queso en una cesta a la iglesia”, la respuesta “Lucía las personas buenas ayudan a los que tienen hambre”, tiempo después supe que esa niña era la hija de Paco Balón, su mujer Lucita Aneiros fue incansable en el Partido.
En Ferrol, por los años sesenta se permitió la asistencia de mujeres a los cursos nocturnos de quinto y sexto del instituto, el primer año se matricularon tres, Mª José F.., P. Aveledo y R. Cal, el 90 por ciento de los alumnos eran trabajadores de Bazán, también se aprendía hablando con ellos.
El tema de la Bazán resultó ser mucho más violento de lo que se esperaba. CCOO lo había organizado totalmente. Sin duda en casa se había comentado y las mujeres apoyaban la huelga, no podemos decir tranquilamente, los hijos y el miedo a perder el puesto de trabajo, les hacía temblar, pero si se había ganado en años atrás, también era posible en 1972.
Llega el día 9 y 10 y las mujeres salen a la calle a saber qué les pasa a sus esposos. El día 10 incluso (según contó Rafael Pillado en la conferencia en la facultad de Trabajo en la universidad de Ferrol el día 10 de 2022), las mujeres fueron las primeras que se enfrentaron a la policía que impedía seguir la manifestación por las Pías para llegar a unirse con los trabajadores de Astano, lanzándoles arena y las piedras del suelo, a lo que contestaron ellos con ráfagas de tiros que alcanzaron a la masa de la gente, asesinando a dos obreros e hiriendo a más de 40 trabajadores.
Eso fue el comienzo de un desastre general, las mujeres querían saber quienes eran los muertos pero no les dejaban acercarse. Desde ese momento cayó sobre ellas una cantidad incomensurable de obligaciones a cumplir en una situación de guerra provocada por los que se denominaban “cuidadores de la paz y el orden”.
Después de los hechos, las tres mujeres que perdieron a su marido, sufrirán un recuerdo inolvidable durante toda su vida. Digo tres porque además de Daniel Niebla y Amador Rey está Paco F. Filgueiras que meses después regresó de Francia a Ferrol muriendose por el camino a consecuencia de los golpes que había recibido de la policía.
Las mujeres comenzaron a reaccionar el mismo día 10 llamando a una manifestación por el centro de
Ferrol, pronto la disolvieron y detuvieron a Josefina Varela Fontán, la primera mujer en entrar en la comisaría. Las detenciones, interrogaciones, registros, se triplicaban. Muchas sabían que las iban a buscar y huyeron a los alrededores de la ciudad, de casa en casa para evitar que las detuvieran.
En este pequeño espacio no cabe más pero, contamos con varios libros que recogen las vidas de algunas mujeres: de Feal Reguero y Varela Fernandez : Mela la Carbonera, y O mundo de Angelita, por VVAA: Cristina, Manuela y Paca. De Blanco Carballo: Biografías Obreiras de Ferrol, volumen II.
Los lectores que deseen saber cual fue el papel de las mujeres en los sucesos de Ferrol tienen un libro imprescindible, se trata de Voces da Memoria con Ollos de Muller, su autora Ansela Loureiro Fernández, muy comprometida en los sucesos. Hé aquí algunos de los epígrafes que toca: “A participación das mulleres os días 9, 10 y 11; Refuxio dos Fuxidos, A Vida dentro da Cárcere de Mulleres, O exilio das Mulleres, Outros Muros fora da prisión, Outros procesos e multas ás Mulleres, O Movimento Democrático de Mulleres, … y termina con, As Axudas, y Homenaxe ás mulleres do 72. El libro contiene bastantes documentos de múltiples temas con valor histórico y contextual,`proporcionados por las mismas personas, por familiares o en archivos diversos.
Los tiempos se presentan negros, las mujeres tendrán que seguir luchando, ahora en los EEUU para recuperar el derecho a abortar, y muchos otros temas.