Menos aparcamiento

La ciudad coruñesa cada día que pasa, cuenta con menos plazas de aparcar públicas en las calles, el Ayuntamiento, por dejadez ú omisión, no es capaz de solucionar un problema, que ya viene de lejos, y todavía lo empeora cada vez más, al eliminar plazas necesarias para la movilidad de la gente, bien de barrios o del entorno más cercano, en que cada día tienen que venir por una ú otra razón de acercarse hacer alguna gestión, compra o visita obligada por causas diversas.


Esta movilidad de la vida social hacía la ciudad, es importante, ahora bien, si hay menos plazas, la gente no podrá venir y tomará también sus medidas de no poder acceder a la ciudad, debido a que no hay las suficientes plazas donde dejar el vehículo aparcado. Ya no, solo eso, sino, que los mismos residentes, con la proliferación de los espacios peatonales, tienen problemas en donde aparcar y por donde circular, cuando esta ciudad, siempre tuvo sus problemas de tráfico, que no son, de ahora, estos arrancan a inicios de los años 80 de la pasada centuria y ahora se acentúan más.


Sirva como ejemplo, el entono de la Plaza de Lugo, la zona más concurrida de público en la ciudad que el Ayuntamiento, ahoga con su nuevo diseño, se verá su resultado a corto plazo, como todos los asuntos que se precien. Ideal para los que no tienen vehículo, de este modo cuentan con más espacio, a su vez de convertirse en espacio más peligroso para el peatón, por la proliferación de los patinetes eléctricos, bicis del mismo tipo y otros artilugios también eléctricos. Con un desarrollo de mayor velocidad, circulando en medio de los peatones y sorteando estos, como si fuesen piezas de un circuito a modo de obstáculos.


No estará del mismo humor ú ánimo, el conductor que invirtió una suma considerable en la adquisición de un bien a motor y que las arcas municipales, se llevan un buen pico. En cambio le trata como un artículo de uso no deseado ¿Es tan difícil compaginar ambos espacios en uno solo? Creo que no. Pero hay que buscar soluciones prácticas para todos, no solo para unos y los demás ¿Qué pasa, con los demás? ¿Quizás estas medidas sea un nuevo tipo de sectarismo social? Quiero pensar que no, los espacios compartidos son beneficiosos, siempre dentro del respeto de unos hacía los otros.        


Basta como ejemplo final, lo que se hizo en la ciudad de un tiempo a esta parte y sobre todo la obra del entorno del Mercado de San Agustín, el cual se queda sin solucionar el aparcamiento, cuyas plazas antes de la reforma había 72 y ahora no se sabe cuantas van a quedar, eso sí, la mayoría desaparecen. Ahora habrá que ver lo que piensan los compradores habituales de los mercados. A ellos, nadie les preguntó lo que pensaban de todo esto y son los más perjudicados, si estos no pueden dejar su vehículo a donde van de compra, la clientela desaparece y el mercado languidece ¿Atinará el Ayuntamiento con la solución? Mucho me temo que no y seguirá en sus trece.

 

Menos aparcamiento

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