La lotería y el arte

Mañana las voces blancas de los niños de San Ildefonso marcan el comienzo de estas  fiestas cantando la lotería. Pese a su monotonía, esa musiquilla alimenta la ilusión de millones de españoles, todos potencialmente ricos, hasta que el resultado del sorteo nos despierta de nuestros sueños y nos devuelve a la realidad.


Hace meses que las emisoras de radio emiten una cuña publicitaria que atribuye a Picasso la frase “que las musas te pillen trabajando” y un día como hoy procede aconsejar “que el sorteo de la lotería te pille trabajando”, sabia recomendación para evitar mayores decepciones.  


Dicho esto sobre la fortuna, apuesto doble contra sencillo que muchos jugadores compraron el número y ni se fijaron en que la Sociedad de Loterías y Apuestas del Estado ilustra un año más -desde 1960- los décimos de este sorteo de Navidad con la imagen artística de una escena religiosa.


Este año en la parte izquierda de los décimos está La Virgen con el Niño en la Gloria, una pintura de Carlo Moratti, heredero del clasicismo de Rafael y uno de los pintores italianos más reconocidos del siglo XVII. El cuadro fue comprado en el reinado de Felipe V y pertenece al Museo del Prado.


No pretendo analizar la pintura de Moratti en este comentario, pero en una simple “lectura” de la misma se ve que la Virgen está sentada en un trono de nubes en actitud solemne y serena, concentrada sobre sí misma. En sus brazos sostiene al Niño Jesús, al que mira con inmensa ternura, que bendice al espectador con su mano derecha. Un coro de ángeles enmarca la escena y todo el conjunto se presenta como una composición bellísima en la que sobresale el colorido de la túnica -algunos expertos quieren ver en el rojo una prefiguración de la Pasión de Cristo- que otorga elegancia a las figuras.


Para los amantes del arte es un acierto pleno de Loterías ilustrar los décimos para divulgar imágenes artísticas relevantes. El año pasado la pieza elegida fue La Virgen de la Granada, de Fra Angelico, y en 2020, en plena pandemia, los décimos llevaban la imagen central del Tríptico de la Adoración de los Magos -el Trítico de la Epifanía- de El Bosco que está en el Museo del Prado.  


Vuelvo a la lotería. Seguro que la mayoría de los jugadores solo se fijaron en el número, que siempre les parece “bonito” y cuando les gusta menos le aplican la coletilla “todos entran en el bombo”, esperando que sea tarareado por los niños cantores.  


En todo caso, es mejor ilusionarse con el trabajo diario porque la suerte suele ser esquiva, está mal repartida y nunca llega cuando se la espera o necesita. La riqueza de las personas sigue estando en la salud, el trabajo y la concordia familiar y social. ¡Feliz Navidad!

 

La lotería y el arte

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