Con el voto unánime de toda la corporación municipal de Ferrol, en octubre del año pasado se creó la Mesa de la Memoria Histórica, que tiene entre otras atribuciones la de asesorar al Ayuntamiento sobre la retirada de la simbología franquista existente en nuestra ciudad. Por esto, me sorprendió que se presentara en el pleno una moción que puenteaba esta Mesa y la vaciaba de parte de su contenido. Lo normal hubiera sido abstenerse a la espera de su convocatoria, pero si por alguna razón hubo un malentendido en la votación, no pasa nada, porque en política es muy saludable reconocer sin dramatismos estas circunstancias. Participo en el movimiento memorialista desde 2002, y sobre la figura de José María González-Llanos Caruncho tengo formada una opinión que el alcalde conoce, pero que no considero oportuno adelantar por puro respeto al cauce de asesoramiento que existe en nuestra ciudad.