El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, admitió este miércoles que cualquier incidente con Estados Unidos, como el ocurrido el martes entre un dron estadounidense y dos cazas rusos en el mar Negro, conlleva "muy grandes riesgos".
"Cualquier incidente que provoque un enfrentamiento entre dos grandes potencias, dos potencias nucleares, las mayores del mundo, siempre conlleva riesgos muy grandes. Ellos no pueden no entenderlo", dijo Lavrov en declaraciones al canal de televisión Rossía-1.
Lavrov aseguró que, siguiendo la lógica de Washington de volar "donde les viene en gana", entonces "el espacio aéreo en torno a Estados Unidos tiene el mismo estatus que el mar Negro".
"Pero ellos ignoran totalmente el hecho de que desde el comienzo de la operación militar especial (en Ucrania) se declaró que ciertas zonas del mar Negro (...) tiene un estatus restringido para el empleo de cualquier aparato volador", señaló.
Por ello, el jefe de la diplomacia rusa sospecha que EEUU intenta constantemente instigar la confrontación, lo que consideró contradictorio con sus afirmaciones de que son una potencia responsable e interesada en la estabilidad estratégica.
Según informó el Ministerio de Defensa, el titular ruso, Serguéi Shoigú, mantuvo esta tarde una conversación telefónica al respecto con el jefe del Pentágono, Lloyd Austin.
La conversación, la primera que mantienen ambos funcionarios desde octubre de 2022, tuvo lugar a iniciativa estadounidense.
EEUU acusó a uno de los dos cazas rusos Su-27 que escoltó el martes su dron de golpear la hélice del MQ-9, motivo por lo que éste se precipitó contra aguas internacionales del mar Negro.
En cambio, el Ministerio de Defensa de Rusia negó cualquier contacto entre sus cazas y el dron, que habría entrado en un brusco vuelo incontrolado y colisionó contra el mar tras perder repentinamente altura.
La nota castrense subrayó que "el armamento a bordo de los cazas rusos no fue empleado" y que los Su-27 "no entraron en contacto con el aparato y regresaron sanos y salvos a su aeródromo".
El incidente tuvo lugar cerca de la anexionada península ucraniana de Crimea, donde el Kremlin ve con malos ojos la presencia de la OTAN, sean buques de guerra o aparatos de inteligencia.
A su vez, el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania, Oleksiy Danilov, aseguró que el incidente en el mar Negro demuestra que el presidente ruso, Vladímir Putin, tiene la intención de "ampliar la zona de conflicto con la participación de otras partes".
Con todo, el Instituto sobre el Estudio de la Guerra descartó hoy una escalada directa entre amas potencias, aduciendo que incidentes similares ocurrieron en el pasado y nunca desembocaron en un conflicto y que tanto el Kremlin como la Casa Blanca han descartado un posible enfrentamiento entre Rusia y la OTAN.
Rusia expresó hoy su interés en recuperar el aparato accidentado, mientras EEUU reconoció que su recuperación será muy complicada, por lo que tomó medidas de precaución como borrar su programa de mantenimiento para evitar la extracción de información de inteligencia por parte de Moscú.