La Xunta prevé eliminar "de inmediato", en unos días, la cita previa obligatorio establecida para la realización de trámites ante la Administración autonómica y espera que el Gobierno central también haga lo mismo en las oficinas de su competencia.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha explicado que la cita previa para poder ser atendido en las oficinas de la administración, implantada durante la aparición de la pandemia de covid-19, funciona de forma "residual" en Galicia, por lo que el problema de atención al ciudadano se está dando más en otros ámbitos administrativos y no en el autonómico.
Según ha indicado, en una conferencia de prensa tras la reunión del Consello de la Xunta, "no tenía sentido" mantener esta medida cuando ya se ha rebajado ampliamente la propagación del coronavirus, y el Gobierno autonómico lo conserva en dos o tres de los 171 registros que tiene.
Rueda ha dicho que la cita previa no puede ser un sistema exclusivo de la Administración para atender a los ciudadanos, por lo que la Xunta va a eliminar el sistema "en muy poco tiempo" en su modalidad obligatoria, más allá de que pueda mantenerse para "organización de trabajo" o facilitar la atención de aquellos que así lo soliciten.
Además, espera que las otras administraciones "hagan lo mismo", y ha puesto de ejemplo los servicios de empleo, donde en las ciudades conviven en el mismo edificio, las oficinas estatales que siguen aplicando esta modalidad y las de la Xunta.
En su intenvención, el presidente gallego también se ha mostrado de acuerdo con la necesidad de incrementar el SMI (salario mínimo interprofesional) pero ha criticado "la manera de hacerlo" por parte del Gobierno, "sin hablar con quien al final tiene que pagarlo", en referencia a los empresarios.
Esta actitud puede "tener impacto en la reducción del empleo y en su calidad", ha advertido, al tiempo que ha apelado al pacto de rentas y a la necesidad de hacer las cosas con diálogo, aunque el Gobierno central "no parece estar mucho por la labor", ha lamentado.
Sus críticas al Ejecutivo central se han extendido a la situación del viaducto de O Castro, en la A-6, tras su derrumbe en junio del año pasado, sobre lo que ha manifestado que la falta de información "ya pasa de castaño a oscuro", tanto para la Xunta como para el resto de interesados, como los transportistas.
Así, ha insistido en que "no se conocen las causas" del derrumbe, al contrario de lo que ha afirmado el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, porque "los informes no permiten saber con exactitud" cuál fue el motivo y "ni siquiera son suficientes".
Por eso, ha reprochado hay una "falta de información general" a este respecto y ante la previsión de Miñones de que el viaducto se pueda reabrir al tráfico por partes este año, ha apuntado que "no hay ninguna razón técnica para que primero se haga en un sentido y luego en el otro, se pueden hacer perfectamente los dos a la vez".
El presidente gallego ha exigido información y ha acusado al Ejecutivo central de no tratar la reparación de este viaducto como un "asunto prioritario", algo que cree que sí haría si fuese "otra comunidad más importante" para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Por otra parte, Rueda ha asegurado que pese a que estos primeros meses del año "no están siendo fáciles" a nivel económico, cree que "todo indica que se podrán cumplir los objetivos de crecimiento de este año" previsto por la Xunta, del 3,6 % del PIB.
"No oculto mi preocupación por el panorama económico", ha dicho al ser preguntado por el posible estancamiento de la economía gallega en los últimos meses de 2022, pero lo ha enmarcado en un ámbito general de dificultad más allá de Galicia y ha recordado que la comunidad cumplió sus previsiones del año pasado, con un crecimiento del 5,2 %, y ya recuperó el PIB anterior a la pandemia.