Licenciada en Economía por la Universidad de A Coruña y actualmente máxima mandataria del grupo EF Business School, Inés Salcines (A Coruña, 1993), cuenta como, con esfuerzo y constancia, fue creciendo exponencialmente en el ámbito económico hasta llegar a ser una pieza imprescindible en el negocio familiar. Ahora, ha sido recientemente nombrada presidenta del Instituto Español de Analistas para la delegación de Galicia, en sustitución de Loreto Fernández, quien ha estado al frente del organismo financiero autonómico a lo largo de los últimos años.
¿Qué labores presta el instituto?
El Instituto Español de Analistas es una asociación sin ánimo de lucro orientada a los analistas financieros que lo que busca, sobre todo, es prestar apoyo en toda la parte de gestión de activos, asesoramiento sobre inversiones, financiación de proyectos, investigación financiera, etc. Todo lo que abarca el ámbito financiero enfocado al análisis en los mercados, básicamente.
¿Cómo afronta este nuevo reto?
Para mí es un honor y una responsabilidad muy grande. La verdad es que el instituto a nivel nacional tiene un gran impacto pero un poco lo que espero conseguir durante esta mandato en la delegación de Galicia es poder abordar las preocupaciones que tiene toda el área de la dirección financiera en toda la comunidad. A nivel personal, este cargo me va a permitir adentrarme un poco más en esas necesidades que preocupan a los analistas financieros en Galicia. Me gustaría conocer sus inquietudes para que el instituto cubra esas necesidades de la mejor manera posible. Estas funciones siempre te aportan mucho valor porque conoces distintos perfiles en el área financiera de toda la comunidad.
Usted estudió Economía. ¿Qué le hizo decantarse por este sector?
Yo creo que hubo dos factores esenciales. En primer lugar, el descarte de otras áreas que tampoco me motivaban demasiado; es decir, nunca tuve vocación por nada distinto. Así, es cierto que mi entorno familiar, sobre todo mi padre, me inculcó mucho adentrarme en el negocio familiar, que en ese momento estaba muy vinculado al mundo financiero. Es cierto que la carrera me pareció muy interesante y necesaria pero, después, cuando me especialicé en el área financiera, me hizo pensar que quizá también hubiera estado bien tocar otros grados como, por ejemplo, Administración y Dirección de Empresas.
Inició su carrera en PwC. ¿Cómo recuerda esa etapa?
Fue una etapa de aprendizaje, tanto a nivel técnico como personal. En general, la auditoría es un sector que te aporta mucho conocimiento pero es muy demandante, tanto de trabajo como de afrontar nuevos retos. Estás constantemente creciendo, es una especie de crecimiento exponencial, por así decirlo. Cada día te cae un golpe por un lado distinto. Te hace resiliente y te ayuda a gestionar el estrés de una forma más normalizada. También te ayuda a gestionar equipos y desarrollar habilidades profesionales que te puede aportar en el día de mañana ese valor en una empresa. A nivel técnico, te da una visión clara de lo que son las entrañas de una empresa. Es una profesión muy completa y que te aporta mucho valor, sobre todo, en el área financiera.
En 2017, se incorpora al grupo EF Business School.
Yo sabía ya que me quería dedicar al negocio familiar. Después de varios años formándome, me adentro en la escuela de negocios en el año 2017, en la parte de administración, que era donde tenía más conocimiento. Después de tres o cuatro años –cuando adquirimos Cesuga– me dieron más responsabilidad y empecé a gestionar la escuela de negocios. Fue un proceso de crecimiento y profesionalización de la compañía, en la que aún estamos. Durante estos años, hemos crecido bastantes en distintas áreas formativas que no impartíamos. Antes éramos principalmente una escuela financiera y ahora tenemos una gran variedad de FP, grados, másters. Haber crecido tanto te ayuda a profesionalizar de mejor forma ciertas fases que necesitas para controlar el crecimiento y, posteriormente, abrir nuevos horizontes.
¿Qué perfil de estudiante buscan en la escuela?
Es cierto que nosotros somos una formación muy profesionalizada y de calidad. Intentamos ser claros y más que intentar conseguir alumnos, intentamos que salgan con una buena formación. Ellos tiene que ser conscientes de lo que se van a encontrar cuando vienen aquí. Esto no es café para todos. Si al alumno le encaja, este matrimonio sigue adelante. Pero, si no es así, preferimos dejarlo fuera, porque va a ser mejor para él y evitamos frustrarle. Lo que buscamos es desarrollar el perfil profesional. Hemos aumentado el número de alumnos y de formaciones. Nacemos de una formación propia y eso nos ha obligado a estar pendientes del mercado. No nos importa dejar marchar a un alumno si a largo plazo no es sólido para una empresa.
¿Qué importancia le dan a la inserción laboral?
Mucha. Ya no solamente la inserción laboral sino qué inserción laboral. Nosotros lo enfocamos en que, una vez que pasas por la escuela, tu desarrollo profesional se tiene que ver afectado positivamente. Es cierto que hay sectores en los que hay empleo, pero no siempre son de calidad. Aquí, lo que creemos y buscamos es que, si destinas un tiempo y un dinero, puedas llegar a recibir, por lo menos, un primer paso para tener un puesto en el que te permita desarrollarte y seguir creciendo, que no te estanques laboralmente.
¿Cómo afrontan los estudiantes el inicio en el mundo laboral?
Tú puedes tener un objetivo y en seis meses, cambiarlo. Queremos ayudar a los alumnos a que una vez que finalicen su etapa en la escuela puedan tener herramientas para desarrollarse en el futuro y a la vez incierto mercado laboral. Intentamos hacerles entender que pueden triunfar sin tener que ser los directores de una empresa. Les ayudamos a que se autoconozcan y a que puedan buscar una manera de triunfar en el mercado.