Cuatro meses después de que se presentasen alegaciones al proceso de reparcelación del Sánchez Aguilera, la Xunta Local de Goberno aprobó la resolución de las mismas, aceptando una y rechazando las otras dos.
La apuesta del BNG de desvincular los terrenos del Sánchez Aguilera del convenio y de cambiar la concepción del urbanismo, pasando de un modelo desarrollista a otro sostenible fue rechazada, al echar por tierra todo el trabajo que se ha estado llevando a cabo en las últimas décadas de cara a conseguir la firma de un acuerdo que supone para el Concello recuperar para la ciudadanía hasta diez propiedades desafectadas de usos militares.
También se rechazó otra propuesta de un particular, ya que tampoco valoraba, en ningún caso, las relaciones que se pretenden mantener entre el Ministerio y el Ayuntamiento.
La aportación que sí ha sido recogida ha sido la propuesta por el Partido Popular referente a la inclusión de un aparcamiento subterráneo de más de 300 plazas. Ya el Pepri –Plan Especial de Reforma Interior– del antiguo acuartelamiento contemplaba unas 498 plazas, de las cuales 330 estaban previstas en un estacionamiento subterráneo de 8.400 metros cuadrados, valorado en 4,2 millones de euros. Por eso, el alcalde, Ángel Mato, considera que es una propuesta que sí debe recogerse en esta reparcelación.
Teniendo en cuenta esta aceptación de la alegación popular, no quedaría ya ningún obstáculo, considera el regidor, para que el convenio salga adelante. Y es que el acuerdo entre Concello y Ministerio de Defensa que se quiere aprobar no es del PSOE sino que se remonta al año 2014 y fue firmado por el entonces alcalde, José Manuel Rey.
Ya en el anterior mandato se pretendía dar continuidad a este con el fin de poder finiquitar un convenio por el que se lleva esperando 30 años y ahora podría ser una realidad, si el PP da su sí en el pleno.
La idea del gobierno de Ángel Mato es llevar esta propuesta a la sesión del próximo 23 de febrero, siempre y cuando puedan cumplirse los plazos, ya que el resultado de las alegaciones debe ir a comisión informativa de Urbanismo y aún faltan algunos informes técnicos.
De no poder abordarse este mes, el alcalde considera que la cuestión es suficientemente importante como para convocar un pleno extraordinario que pueda poner fin a un proceso demasiado dilatado en el tiempo.
Con la aprobación del convenio de Defensa como reto comenzó el mandato del alcalde y ahora quiere que sea antes de que finalice cuando se cierre la cuestión, que no dudó en señalar que contará con los apoyos populares, toda vez que “no se ha movido ni un punto ni una coma el convenio firmado por ellos”, además de hacer aceptado sus alegaciones al proyecto de reparcelación, previo a la ratificación del acuerdo.
Con esta firma, Mato quiere “bordar” un convenio en el que no dudó en señalar varios hitos con firma socialista, como, en su época de concejal de Urbanismo, la modificación puntual del cuartelillo de marinería, en 2009; la aprobación del Pepri del Sánchez Aguilera, en 2010; o, ahora, el visto bueno a la reparcelación del Sánchez Aguilera, en 2023.
Mato habla del “proyecto más importante para la ciudad de Ferrol en los últimos 30 años”, ya que supondría la inversión del Ministerio de 13 millones de euros, la entrega de diez propiedades desafectadas de usos militares y la posibilidad de generación de vivienda nueva y usos dotacionales en el centro, desde una ciudad de la justicia a una residencia universitaria., además de contar con un 60% del ámbito de zonas verdes y libres.
Apuesta por ”poner los intereses de la ciudad por delante” y por eso, recuerda, ya no entró en la negociación de esta cuestión con BNG y FeC a la hora de recabar apoyos para que le diesen su apoyo de gobernabilidad.
El próximo pleno dejará de manifiesto cuáles son los apoyos reales al convenio, pues debe contar con el PP para que el documento pueda desarrollarse, lo que será, todavía, cuestión de tres o cuatro años.