Las obras del bulevar de As Pías se encuentran ya en su recta final, centrándose ahora los trabajos en la humanización de los márgenes de la vía y la ultimación de detalles antes de su inminente inauguración. Una de estas labores está siendo el aglomerado de la avenida de Bazán, que da continuidad al acometido en la calle A y la conexión con el acceso a Esteiro.

Así, uno de los pormenores a solventar en este vial, tal y como detalló ayer la AVV de Caranza, era la configuración del mismo en relación al sentido de la marcha y las plazas de aparcamiento. Según explicó la entidad, los vecinos de la calle querían mantener la situación actual, es decir, un doble carril y una franja de estacionamientos frente a las viviendas, algo que no era posible a nivel técnico.

De este modo, representantes del Concello y del ente vecinal, acompañados de numerosos residentes de la zona, mantuvieron durante la mañana un encuentro con la dirección de obra para abordar la situación. En la reunión, celebrada en el propio lugar de las obras, los responsables del proyecto explicaron que, debido al gran número de canalizaciones subterráneas de servicios situadas frente a los edificios, era necesario mantener una franja de firme libre de tráfico rodado, dado que el diseño no contemplaba instalar en este punto un aglomerado especial con refuerzo para no dañar las tuberías –de hecho, los vecinos proponían recortar el ancho de la acera para mantener el doble carril y los estacionamientos– y ya era inviable hacer un modificado.

Ante esta coyuntura, desde la dirección de obra se dio a los vecinos la opción de hacer el vial de un solo carril y conservar los aparcamientos o suprimir estos últimos y que se pudiese circular en ambas direcciones. Así, dado que el proyecto desarrolló nuevas plazas en espiga a escasos metros de la calle –junto a la rotonda de la Trinchera–, se optó por la segunda configuración.