Resulta muy poco habitual ver llegar a Ferrol un tren con más de diez vagones, parece cosa del pasado. Sin embargo eso ocurrió ayer, pasadas las nueve y media de la mañana, cuando arribaba a la estación de la ciudad naval el convoy Costa Verde Express.
Se trata de uno de los cuatro trenes de lujo que tiene en servicio Renfe en la actualidad (además de Transcantábrico, Al-Andalus y Expreso de la Robla), una especie de hoteles de cinco estrellas sobre raíles en los que es posible disfrutar de unas vacaciones diferentes en un ambiente relajado y con todo lujo de detalles. Cinco días de ensueño rodeados de opulencia y grandiosidad, gastronomía del más alto nivel y propuestas de rutas y visitas a ciudades monumentales que se encuentran en su itinerario, pero no Ferrol, la urbe naval solo es punto de conexión con Compostela, de donde llegan y a donde van los pasajeros.
La ruta incluye ciudades monumentales, aunque en el caso de Ferrol, la estación de la urbe sirve unicamente de apeadero, donde llegan y parten estos viajeros de elevado poder adquisitivo
En el caso de Ferrol, la parada de este ferrocarril solo es logística y el pasaje únicamente sube o baja, de modo que poca o ninguna repercusión tiene en la urbe naval su llegada, al margen, eso sí, de que pueda llamar la atención de quien lo vea llegar a la estación con esas dimensiones, acostumbrados como estamos a que las frecuencias escaseen o las líneas desaparezcan. El lujo parece ajeno a esa realidad tan cotidiana para el ciudadano de a pie.
Este hotel en movimiento inició su temporada el pasado mes de mayo y ofrece itinerarios de seis días, aunque también brinda la oportunidad de realizar rutas de tres jornadas. La primera opción, con cinco noches, contempla salidas desde Santiago de Compostela y desde Bilbao, intercalándolas semanalmente.
El que paró ayer en Ferrol, que tomó la salida de la ciudad vasca hace seis días, estaba en su última jornada de ruta. El Costa Verde Express sirvió en la urbe los desayunos al pasaje, que bajó del tren para tomar un autobús de lujo que los llevó directamente a la capital gallega, donde visitaron sus monumentos y degustaron una comida en el Parador dos Reis Católicos.
La próxima salida del lujoso convoy tendrá lugar mañana, sábado, desde Santiago, cuando los viajeros serán recibidos en el hostal compostelano para, posteriormente, hacer una visita guiada por la ciudad que incluye la comida.
Por la tarde partirán en autobús hacia Ferrol, donde los esperará el Costa Verde Express para conocer a la tripulación y realizar el reparto de compartimentos. Ahí dará comienzo un viaje de ensueño para los amantes de este medio de transporte y que está alcance de unos pocos afortunados.
Las siguientes paradas en la ruta serán Viveiro; Ribadeo, Luarca y Oviedo el segundo día; Oviedo, Avilés, Gijón y Llanes el tercero; Picos de Europa y Cabezón de la Sal el cuarto; Santillana del Mar y Santander el quinto, y Bilbao el sexto y último.
Para este viaje todavía quedaban algunas plazas en la modalidad “Gran Clase” al precio de 8.350 euros en cabina individual o 9.400 en la doble, pero no hay posibilidad de reservar ya para el del día 12 de julio, con lo que se puede hacer uno a la idea de la demanda que tienen estos trayectos que ofrece Renfe entre Galicia y el País Vasco.
Sí que habría posibilidad de viajar el 26 de julio, a razón de 8.460 euros la habitación doble, aunque la compañía suele realizar promociones durante el año y también para jubilados y pensionistas con precios mucho más asequibles.
La estética de estos trenes es clásica y suntuosa, con materiales nobles y acabados ornamentales, además de un servicio con todo incluido en el que la tripulación está a disposición del cliente las 24 horas del día. No obstante, el espacio es el que es y, con todo, los compartimentos con baño no superan los 6 metros cuadrados, como acontece con otros medios de transporte como los barcos, el espacio es más reducido de lo que cabría esperar, pero hay otros alicientes que motivan la demanda de estos viajes.
El pasaje incluye copa y aperitivo de bienvenida, neceser y artículos de aseo, aguas sin coste (no dice nada de bebidas de otro tipo), desayunos, cenas y comidas, además de las actividades a bordo: actuaciones en directo, fiestas, gala de fin de viaje, excursiones, visitas programadas, entrada a monumentos, autocar de lujo para desplazamientos, prensa diaria, revistas y guía multilingüe, entre otros.
Si es caro o no un trayecto de este tipo depende de la cartera de cada cual. La experiencia, sin duda, es un lujo. Una pena eso sí, que Ferrol no pueda aprovechar de algún modo la llegada de estos viajeros que pasan por la urbe prácticamente desapercibidos.