La nueva ordenanza municipal de ruidos, aprobada en el pleno del pasado mes de mayo y actualmente en fase de exposición pública, tendrá un impacto potencialmente grande en las actividades de dinamización de Ferrol, especialmente de cara a los conciertos en la calle. A raíz de esta situación, los artistas ferrolanos, con Tony Torres, de Malditos Pendejos, a la cabeza, han impulsado la plataforma “La música no es ruido”, una iniciativa para reivindicar su actividad que incluso contará en breve con una canción propia.
¿Cómo surgió esta iniciativa?
Yo trabajé en hostelería y también vivo su día a día porque es parte de mi profesión. Entonces, hablando con gente del sector y viendo el problema que están teniendo compañeros de otras bandas, llega un momento que alguien, en este caso me tocó a mí, tiene que dar un golpe en la mesa. Digamos que en el aire ya existía “La música no es ruido”, aunque nosotros no lo supiésemos. Hace unas semanas leí en un artículo que ponía que el ruido de la música molestaba a los vecinos de Ferrol y me llamó la atención porque podían decir el ruido, no el ruido de la música. Y mientras pensaba en eso se dio la casualidad de que tenía una guitarra a mano. Estaba jugueteando con ella y salieron dos o tres acordes que me gustaron. La letra vino más adelante. Se la enseñé a compañeros de otras bandas y les dije que ahora era el momento, que había que hacerlo. Hice un grupo de WhatsApp con ellos y de ahí salió esta canción.
¿Quiénes más impulsaron esta propuesta reivindicativa?
Realmente es que ni yo fui el impulsor. Yo abrí un grupo de WhatsApp con una serie de amigos músicos y les conté lo que había y todos ya se hicieron impulsores. Algunos han podido participar más que otros por problemas de horarios y todo esto. Pero bueno, me apoyaron todos. La verdad me he sentido arropado, querido, y sí que es verdad que tuve que coger yo lo las riendas y dar caña, pero al final todos me fueron animando.
¿Cuentan con el apoyo de la hostelería y el comercio?
Desde el principio. De hecho, abrí otro grupo de WhatsApp con los hosteleros para tenerlos diferenciados. Muchos están sufriendo por lo que les va a venir y lo que es el presente. Les conté mi idea y les encantó. Les pareció que era una forma diferente de luchar por algo y me apoyaron desde el principio. La verdad es que ya tienen bastante con lo suyo, pero dijeron: bueno, ya que uno se ha vuelto loco y quiere pelear un poco por todos, pues vamos a apoyar. La verdad es que no hay ninguna queja en ese sentido. Todos aportan sus opiniones, sus ideas, sus propuestas...
¿Cómo cree que se lo está tomando el Concello?
Imagino que mal. Siendo objetivo, ellos piensan que las cosas las hacen bien. Pero es que la diferencia es que ellos piensan como políticos y la política y el pensar a veces no pueden ir unidas. Pero vamos, bien no se lo pueden estar tomando, porque aquí hay dos gremios que se están sublevado, el del arte y el de la hostelería, que aunque crean que no tienen ningún tipo de fuerza, son los que más masifican la ciudad. Por lo que nos va llegando, no entienden esto y piensan que estamos mintiendo, cosa que no es verdad.
Parece que parte del conflicto deriva de las licencias.
Hay una serie de problemas con las licencias de café concierto. Primero, que no se conceden, a todo el mundo y con un mismo nivel de rapidez. Y segundo, que no es lo mismo tener una licencia café concierto antigua, con una serie de requisitos que se pedían antes, que una licencia de concierto actual. Cambia mucho porque, por ejemplo, los artistas deben tener una serie de condiciones dentro del café que en muchos casos no tienen, como un camerino y cosas así. Entiendo que haya hosteleros que se quejen de que un local sin licencia haga conciertos, tienen toda la razón, pero que no se olviden que muchos de esos hosteleros que hoy tienen café concierto ayer no lo tenían. De todas formas, nosotros no estamos haciendo una protesta para que un local sin licencia pueda hacer conciertos, sino para evitar que los permisos especiales se puedan dar a dedo.
¿Afectará la normativa a las propuestas de dinamización?
Sí. Por ejemplo, para los conciertos en la calle de julio y agosto se les dijo a los hosteleros que estaban al 99,9% seguros de que se harían. Pero cuando se le preguntó si podía ir llamando a los grupos y hacer una lista de fechas, se les respondió que había que esperar un poco. Es decir, que la palabra del 0,01% tiene más valor que el 99,99%. La verdad es que para mí estos conciertos son una trampa, un caramelo del que solo has visto el envoltorio. Yo me negaría a hacerlos porque es la mejor protesta. La música de Ferrol se tiene que levantar en armas en algún momento. Aquí todo el mundo está esperando a ver qué pasa. Estamos a día 21 y no hay ningún grupo aún avisado para tocar en julio. ¿Cuándo quieren que se organicen los hosteleros, que están jugándose su propio dinero? ¿Cómo puede haber una desorganización tan brutal por parte del Ayuntamiento simplemente por quedar bien? Es un caos y va a acabar con el arte de la ciudad, porque a dos kilómetros escasos tenemos otros sitios en los que sí se puede ir a tocar.