La plantación de tilos americanos en la plaza de Armas fue uno de los hitos más significativos en la evolución de las obras de este espacio, cuya fisonomía final ya puede intuirse en esta recta final de las obras.
El viaje de los ejemplares desde Holanda, los camiones necesarios y el tamaño de los mismos –diez metros de altura– llamaron la atención durante semanas en la plaza más céntrica de Ferrol. Sin embargo, la imagen que este espacio tendrá en otros momentos del año –con flores y hojas– dista mucho de la que, por el momento, se puede ver. Aunque hubo críticas sobre la elección de esta especie frente a otras autóctonas o acerca de que haya habido que traerlos desde Holanda, lo cierto es que todo tiene sus razones.
La elección del tilo pretende crear una plaza con grandes árboles, separados, de modo que se permita el gran crecimiento de sus copas, creando un espacio agradable para el usuario. Aunque ahora solo se ven 19 árboles en el perímetro, con el tiempo la sombra de las hojas cambiará su aspecto. Que se hayan traído desde Holanda ha permitido contar con árboles de gran tamaño que ya han sido trasplantados hasta en siete ocasiones, por lo que ya no sufrirán el “estrés” que esto lleva consigo para los árboles y que puede ocasionar su muerte.
La plantación de estos ejemplares cumple así los requisitos que los expertos consideran que se deben tener en cuenta a la hora de elegir unas u otras especies en las zonas urbanas.
De este modo, Segundo Ruiz, ingeniero técnico forestal y responsable del Aula de Ecología urbana, recuerda que lo primero que hay que tener en cuenta es el crecimiento radicular. No deben crecer horizontalmente, sino en vertical para no provocar el levantamiento del suelo. La elección de la hoja, perenne o caduca, es otra cuestión que se analiza, teniendo en cuenta que “estas últimas son máis vistosas pero poden ocasionar problemas cando caen ao chan”. En el caso de los tilos, al hallarse en una amplia plaza, que tendrá suelo de tierra, creará un espacio más parecido a un parque. El tamaño de la copa es otra cuestión a analizar por los expertos, de modo que estas tengan espacio suficiente para su crecimiento y que, además, no molesten a viviendas. La disposición de los tilos permitirá que el crecimiento de las copas cree una techumbre natural y “esponjosa”, como se concebía en el proyecto.
Los tilos no son, sin embargo, ajenos a la riqueza arbórea de Ferrol y en el propio Cantón –la zona verde, con la alameda, más importante de Ferrol en cuanto a vegetación– existen tilos, aunque no de la misma especie que los que tendrá Armas.
Amboage y España
Con esta obra se completa así la simetría de plazas del centro, con Amboage y España en los extremos. La más rica es obviamente la plaza de Amboage, donde pueden encontrarse más de una decena de especies. Desde cedros del Himalaya a cordylines, tejo irlandés o las características palmeras, que se plantaron en la segunda década del siglo pasado, sustituyendo a las paulonias que fueron cortadas.
La plaza de España, con una imagen inicial bastante “dura” luce ahora bastante llena de vegetación, aunque mayoritariamente de pequeño tamaño, tipo arbusto. Se pueden ver, eso sí, tres cedros que recuerdan los que ya existían en la vieja plaza, antes de la remodelación y construcción del aparcamiento subterráneo.