La terminal de cruceros incluye la prolongación del espigón exterior con un duque de alba

La concesionaria deberá acreditar experiencia en la gestión de 40.000 pasajeros en tres de los últimos cinco años
La terminal de cruceros incluye la prolongación del espigón exterior con un duque de alba
Crucero Crucero Mein Schiff (Jorge Meis)

La futura terminal de cruceros de Ferrol requerirá la prolongación de la línea de atraque del muelle espigón exterior –en la parte posterior de la lonja de Curuxeiras– con un duque de alba de aproximadamente 180 metros de longitud. 


Esta estructura, que está incluida en el plan de inversiones de la Autoridad Portuaria, sirve para dar apoyo lateral y amarre a los buques y su construcción suele hacerse con base de pilotos y una losa en la cabeza. En la ría ya existen otras similares, como la de la planta de gas de Mugardos.


Este nuevo elemento aparece en los pliegos de la concesión que, tras anunciarse hace un mes en el último pleno del consejo de administración, se publicaron ayer apenas unas horas después de que se anunciase en el Boletín Oficial del Estado. 


En estos aparecen otros datos sobre la futura terminal. Por ejemplo, que la adjudicataria deberá acreditar experiencia en la gestión de un volumen de, al menos, 40.000 pasajeros anuales en tres de los últimos cinco ejercicios naturales. 


Es uno de los requisitos de solvencia técnica y profesional que establecen los pliegos del concurso, cuyo plazo de presentación de ofertas comienza hoy martes y finaliza en dos meses, el 29 de septiembre. La cifra –40.000 pasajeros– es la misma que se espera alcanzar cuando el servicio, con su infraestructura complementaria, esté a pleno rendimiento. En todo caso, el título de concesión, que, como se recordará, tiene una vigencia de 30 años, contempla tráficos mínimos en cada una de las dos fases de que consta el proyecto, hasta ese volumen que deberá alcanzarse, obligatoriamente, en el cuarto año desde el inicio de la segunda fase, según se explica en la documentación.  


El proceso para que la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao cuente con una nueva terminal de cruceros da, por lo tanto, un nuevo paso. El organismo que preside Francisco Barea, que dio su visto bueno en el último consejo de administración, reserva para este proyecto 484.000 euros, con impuestos incluidos
 

Dos fases, tres parcelas 

A nivel técnico, el proyecto se divide en dos fases y se centra en tres parcelas, aunque una de ellas –la B, en el muelle Fernández Ladreda sur– no es objeto de concesión. Así, la parcela A, que es la que se va a activar primero, tiene una superficie de 480 metros cuadrados, mientras que la C, que se localizará justo al lado de la primera, aportará la superficie restante hasta los 960 metros. La C, por su parte, afecta a una superficie de 200 metros cuadrados.


La primera fase se extenderá desde el otorgamiento de la concesión hasta la fase dos, cuyo inicio se producirá cuando la Autoridad Portuaria ponga en servicio el atraque del muelle espigón exterior ampliado para buques de grandes esloras –por ejemplo, las del “Mein Schiff”, de 360 metros–. En cualquier caso, esta segunda fase no podrá comenzar más tarde que el 1 de enero de 2031.

 

39.017 es el récord anual de cruceristas, alcanzado en 2014


En ese sentido, la entrega de las dos parcelas (A y C) seguirá el mismo criterio anterior y, así, la adjudicataria podrá ocupar la primera desde el momento en que se otorgue la concesión y la segunda, cuando dé comienzo la fase 2.


En lo que respecta a la parcela C, en el muelle Fernández Ladreda sur, se utilizará, por ejemplo, cuando, si lo pide el terminalista, coincidan dos escalas al mismo tiempo.


La explotación de la terminal también se divide en dos partes, la de servicios portuarios, por un lado, y la de actividades comerciales, por el otro. La primera incluye la organización, el control y el manejo de medios para permitir al tránsito de los pasajeros por la terminal y el muelle hasta el buque de pasaje, y viceversa, y podrá subcontratarse, aunque tras autorizarlo el Puerto.


La segunda es la comercial y se incluyen servicios como cafetería y restaurante, si bien se fija como tope un 25% de la superficie destinada a este tipo de servicios sobre el total de la superficie concesionada. Con todo, se excluye de esta limitación la posible habilitación de una terraza en la primera planta de ambos edificios. 

 

 

El nuevo modelo de gestión contempla el inicio o el fin de los cruceros en la ciudad

La Autoridad Portuaria ha ido alcanzando hitos a lo largo de sus casi 21 años en el tráfico de cruceros. Tras recibir al primer buque de pasaje de gran eslora en octubre de 2004, a comienzos de la década siguiente atrajo el interés de alguna de las navieras más importantes del mundo, como la Royal Caribbean y su “Independence of the Seas”, con más de 9.000 pasajeros a bordo. Después llegaría la primera pernocta de un buque y las dobles escalas, que regresarán en octubre –días 1 y 13– y por partida doble.


El nuevo pliego anticipa una posibilidad que se abrirá con el nuevo terminalista: la de que la ciudad naval sea inicio o fin de crucero. Hasta ahora, sin excepción, Ferrol ha sido escala intermedia de los más de  200 trasatlánticos que han visitado la ciudad. De hecho, en las tarifas que las navieras abonarán a la concesionaria se refleja la diferencia en función de la modalidad de que se trate. 

La terminal de cruceros incluye la prolongación del espigón exterior con un duque de alba

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