El robo en la ermita de Chamorro aviva el debate sobre su titularidad privada

El robo en la ermita de Chamorro aviva el debate sobre su titularidad privada
La ermita de Chamorro | Jorge Meis

El pasado 22 de abril, cuatro días después de la romería de Chamorro, se conocía que el templo había sido objeto de un robo. Alguien se había colado en el edificio para hacerse con las joyas que luce la Virgen de Nosa Señora do Nordés. En su mayoría se trataba de cadenas y colgantes de oro donados por los fieles. Araceli Arias, propietaria junto con sus dos hermanos de este lugar de culto, asegura que nada se ha sabido de las joyas desde entonces. “La policía ya nos indicó que esos días se habían producido más robos por la zona y que, si se trata de una banda organizada, lo más probable es que fundan el oro y ya nada más se sepa de las piezas”. Recuerda la propietaria del templo que ya en el año 2.000 habían entrado a robar en la iglesia sustrayendo todo lo que encontraron dentro. Objetos que sí se recuperaron entonces pues en aquel caso se detuvo al grupo implicado, en su mayoría formado por menores que quemaron la puerta de la entrada para acceder al interior.


Este tipo de hechos no hacen más que avivar el debate latente, en torno a la titularidad de la ermita, que está en manos privadas –siempre lo ha estado como aseguran sus propietarios– y no de la Iglesia o del propio Concello, como en alguna ocasión se llegó a sugerir. La propia Iglesia se interesó por hacerse con la propiedad de la ermita cuando el obispo José Gea Escolano estaba al frente de la Diócesis. “Fue entre finales de los años ochenta y principios de los noventa cuando se buscó hacerse con la propiedad, pero no fue posible”, recuerdan desde el departamento eclesiástico.


La ermita, que fue construida en el siglo XV, ha ido pasando de familia en familia desde tiempos inmemoriales y siempre ha pertenecido a particulares. La última transmisión hereditaria ha sido de tía a sobrinos, recayendo la responsabilidad de su cuidado en Araceli Arias y sus dos hermanos.


Valor patrimonial

El Foro de Amigos de Ferrol ya destacó en numerosas ocasiones la relevancia que tiene todo el conjunto. Asimismo, el marino, escritor e historiador ferrolano Juan José Burgoa, asegura que “todas las manifestaciones posibles del patrimonio cultural están representadas alrededor del monte de Chamorro”. En este sentido, como señala Burgoa en alguno de sus escritos, el patrimonio artístico estaría representado por la propia ermita y su imagen románica, su arquitectura interior gótica y su retablo barroco; el patrimonio religioso inmaterial que representa la procesión del lunes de Pascua; el patrimonio histórico que incluye la leyenda sobre la aparición de la Virgen; el patrimonio popular, de mano de la tradicional romería; el arqueológico, con la presencia de varios petroglifos en la zona; el etnográfico, representado con el crucero del siglo XVII, dos viacrucis y una fuente de aguas sanadoras; y también el valor natural del entorno. Con respecto a la Virgen, Burgoa señala que fue minuciosamente estudiada por el historiador local Rodrigo Sanz a principios del siglo XX, quien consideró que es una obra del siglo XII.


Desde el Foro de Amigos de Ferrol se ha lamentado en reiteradas ocasiones que todo este amplio patrimonio no importe demasiado al Concello, pese a tratarse de un bien cultural que afecta directamente a la historia de la ciudad. El propio Juan José Burgoa lamenta que en un templo tan significativo para el pueblo no se oficien bodas.


El templo de culto se autoabastece aunque en breve habrá que reparar el tejado para poner fin a las goteras 


José Rey Cochinke es el párroco de Serantes y a quien le corresponde la atención pastoral en el templo del monte de Chamorro. Asegura que se ofician misas en esta iglesia “el día de La Anunciación y Encarnación (23 marzo), que es la festividad de Nosa Señora del Nordés, el lunes de Pascua, coincidiendo con la romería de Chamorro, y el novenario que sigue al lunes de Pascua”. El día la romería y procesión se ofician cuatro misas en total, como precisan el propio José Rey y la propietaria del templo, mientras que el novenario, como bien su nombre indica, conlleva el oficio de nueve misas los domingos después del día de Pascua, que todavía se celebran ahora.


Araceli Arias y el párroco de Serantes confirman también que, al margen de las referidas homilías, en ocasiones llegan grupos hasta la ermita con su propio cura y en este caso se les permite realizar un misas en el templo.


El centro de culto está abierto al público de miércoles a domingo. La familia propietaria cuenta con el apoyo de dos personas que se encargan de abrir y cerrar la iglesia a diario. “Ellos se ocupan de mantener abierto el templo y venden velas, estampas y recuerdos a quienes visitan la ermita”, explica la propietaria, quien añade también que a estas personas se les paga una pequeña cantidad económica. La ermita abre de miércoles a domingo en horario de mañana y tarde. “Quienes se encargan del cuidado del templo lo abren entre las 11.00 o las 11.30 horas y cierra a las 19.00 horas en verano y a las 17.30 horas durante el invierno, ya que oscurece antes y los fieles no suelen acercarse a la zona tan tarde”, precisa Araceli Arias.


Por otra parte, la familia sostiene que la ermita es una gran responsabilidad a la vez que constituye un honor para todos ellos el hecho de ser sus propietarios. La familia Arias asegura además que por fortuna, el templo se autoabastece con las limosnas de los fieles y que no supone una gran carga económica. No obstante, es inevitable hacer frente a pequeñas reparaciones. “Desde los años 50 no se somete al templo a una gran restauración, pero en este momento es obligado acometer la reparación del tejado de la iglesia, ya que hay goteras por todas partes”, señala Arias. La propietaria sostiene que hasta la fecha “se han ido haciendo pequeñas reparaciones, bache sobre bache, pero ahora mismo es necesario llevar a cabo una intervención mayor”. Esto implicará un gasto importante para los actuales propietarios, que no cuentan con subvenciones ni ayudas de ningún tipo para este tipo de obras pese a tratarse de un bien de interés cultural y patrimonial. “Las administraciones no se hacen cargo al tratarse de una propiedad privada, tampoco podemos optar a ningún tipo de ayuda, aunque lamentablemente cualquier intervención en el templo sí supone numerosas gestiones administrativas, solicitando permiso al Concello que a su vez deber tramitarlo ante la Xunta”.


Pese a que la Diócesis sí se interesó en su día por hacerse con la propiedad de la iglesia de Chamorro, en la actualidad no hay ningún tipo de iniciativa para contribuir a conservar un bien patrimonial del que responden únicamente los tres herederos de la familia Arias.

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