Reportaje | Hidrógeno verde, la gran apuesta de Galicia para la recuperación industrial

Reportaje | Hidrógeno verde, la gran apuesta de Galicia para la recuperación industrial
Para la doctora María Sonia Zaragoza, el futuro del sector dependerá del desarrollo general del tejido industrial en España | AEC

El sector industrial de Galicia atraviesa un momento complicado pero también clave para su desarrollo. Actividades como la producción energética mediante la quema de carbón, la fabricación de grandes buques –con la excepción de los últimos proyectos de Navantia– o el desarrollo de combustibles tradicionales están en declive o, directamente, han dejado de ser viables.


En medio de este contexto, la clase política, tanto autonómica como nacional, ha visto en el hidrógeno verde una apuesta de futuro de cara a reactivar la mencionada área económica. Y es que este combustible –o mejor dicho, vector energético, como se verá más adelante– está también en el punto de mira de la Unión Europea como una de las alternativas más viables para la descarbonización de su economía.


Así, desde el año 2020, pero especialmente durante los dos últimos ejercicios, este elemento se ha situado en el centro del debate sobre la recuperación industrial en Galicia  –y en España–, aprovechando para ello los fondos comunitarios Next Generation –canalizados a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno central–. Esta apuesta, mediante el Fondo de Transición Justa, está teniendo especial relevancia en el área de Ferrolterra, con proyectos en marcha tales como el H2Pole de Reganosa y EDP en As Pontes; el Faro da Enerxía Verde de la Autoridad Portuaria de Ferrol –que incluirá la primera “hidrolinera” de la Comunidad–; o el acuerdo entre Navantia Seanergies y Repsol para el impulso de este combustible, incluyendo el desarrollo en la Fábrica de Turbinas de electrolizadores para la producción de hidrógeno verde.

 

Cuestiones


Sin embargo, en medio de esta secuencia de anuncios, promesas y buenos presagios del que supuestamente será el nuevo motor económico gallego –especialmente en plena época electoral– nos preguntamos: ¿qué es este elemento? ¿para qué sirve? y lo más importante: ¿es realmente la gran apuesta de futuro que trasladan las administraciones? Para responder a estas cuestiones, Diario de Ferrol ha consultado a la doctora María Sonia Zaragoza Fernández, profesora de la Escola Politécnica de Enxeñaría de Ferrol e investigadora en el Centro de Investigacións en Tecnoloxías Navais e Industriais (Citeni) del Campus de Ferrol.


Respecto a lo que es el hidrógeno verde, la doctora explica que este elemento es incoloro y que solo se trata de una categorización que se usa cuando en su producción se emplean energías renovables –y que, además, dependerá de qué cataloga cada país como tal, como es el caso de la nuclear, que en España no cuenta como “verde”–. “El hidrógeno es un elemento químico. El más básico de todos y, además, el  más común de la Tierra”, señala la profesora, incidiendo al mismo tiempo en que tampoco es algo nuevo, sino que se descubrió en 1776 y que se ha usado desde entonces. “El hidrógeno en sí es un elemento combustible con un poder calorífico muy alto. Para que nos hagamos una idea, tiene tres veces la capacidad calorífica que el gas natural en condiciones normales. Esto le da muchísima potencia a la hora de ser combustible, pero tiene un pero muy grande, que es que no existe en la naturaleza solo”, explica Zaragoza Fernández. “No es como carbón que voy a la mina, lo cojo y lo utilizo. En este caso, tienes que fabricarlo”, apunta.


Es por ello que la doctora lo define, como se señaló, como un “vector energético”, dado que necesitas electricidad para producirlo. En este sentido, el hidrógeno sería una forma de almacenamiento, más que de generación. “Si yo tengo esta energía [sobrante], antes de perderla la voy a utilizar porque tengo que fabricar el hidrógeno, ya que no existe solo, y así lo almaceno y cuando requiero esa energía lo voy a poder utilizar”, explica.

 

Retos


En cuanto a los retos que plantea la producción de hidrógeno verde y su desarrollo como sector, María Sonia Zaragoza hace especial hincapié en el marco normativo. Para la profesora, el principal problema existente para que esta apuesta triunfe es que, a nivel de legislación, España va “muy lenta” respecto a otros países. “El hidrógeno es una tecnología que existe en muchos países. China, Japón, que fue uno de los primeros [en emplearlo]... No es algo novedoso aunque aquí se ve como tal”, relata. En este sentido, la doctora pone como ejemplo similar la eólica marina, que en España se fabrica pero que aún no se puede implantar.


“El otro reto es tener las condiciones socioeconómicas para ello. Yo creo que aquí el problema es que el hidrógeno, no es una fuente de energía, sino un vector energético”, incidiendo en que, al exceso de electricidad hay que sumar otros factores para su creación, como el agua. “Se requiere mucha para su fabricación y justamente agua no sobra en toda España”, explica, por lo que la gestión de este recurso es otro de los problemas que plantea esta apuesta.

 

Futuro


Respecto al futuro de este vector energético en España, la doctora subraya que el mismo no depende de cuestiones tecnológicas, sino del desarrollo del sector industrial en sí.


A este respecto, Zaragoza lamenta que a España “le falta tejido industrial”, poniendo como ejemplo el cierre de las grandes electrointensivas. En este sentido, la profesora cree que el futuro depende más de las inversiones privadas que de las estatales, dado que el hidrógeno no podrá prosperar si no hay demanda

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