11º-15º
martes | 14 mayo | 2024
La lista roja del Patrimonio, elaborada por la asociación Hispania Nostra, no hace sino engordar en lo que se refiere a elementos patrimoniales en riesgo de desa-parición en Ferrol y comarca.
La relación, que recoge aquellos elementos del patrimonio cultural español que se encuentren sometidos a riesgo de de-saparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, ha añadido esta misma semana –16 de febrero– un nuevo edificio ferrolano, el teatro Renacimiento.
Se suma así al barrio de Ferrol Vello, uno de los siete conjuntos históricos más deteriorados de España, que forma parte de la lista desde el año 2014 y que todavía no ha pasado a la lista verde –bienes recuperados– pese a los proyectos de rehabilitación de particulares y administraciones.
El Rena aparece este año por primera vez en el listado y se aportan como razones para esta inclusión el riesgo de desaparición total, ante la posible caída de la fachada y demás muros, que es lo único que se conserva de este edifico ecléctico de planta rectangular y con fachada principal en la calle del Sol, en pleno casco histórico de A Magdalena.
El antiguo teatro Renacimiento fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2016 por lo que cuenta con un grado de protección legal de sus elementos más característicos. Ha perdido ya las cubiertas y su interior y tan solo se conserva la fachada con un pórtico con dos columnas corintias, flanqueadas por dos torrecillas rematadas con cúpulas esquifadas y decoradas con guirnaldas, que son la seña de identidad del teatro. También se mantienen los muros exteriores y una caja escénica, en muy mal estado, tal y como explica el trabajo de la asociación Hispania Nostra.
El Rena fue construido en el año 1919, tal y como se recoge en el frontispicio de la fachada, con un diseño de Eduardo Rodríguez-Losada. En 1989 se cerró el teatro de forma definitiva y comenzó su deterioro, agravado por un incendio en el año 91.
Ha habido iniciativas que fueron desestimadas al tratarse de la construcción de edificios, con el pertinente derribo de su fachada, y alguna idea de reconstrucción y conversión en espacio cultural, pero que requerirían de la implicación de las administraciones y pasaría por la adquisición de esta propiedad, en manos privadas, y la construcción de un nuevo inmueble, manteniendo los elementos aún en pie.
