La transformación de la fachada portuaria, integrándola con los espacios urbanos con el objetivo de acercar estas instalaciones a la ciudadanía, ya está un paso más cerca de ser una realidad. Ayer mismo, tal y como explicó el presidente de la Autoridad Portuaria, Francisco Barea, y como reflejaba la Plataforma de Contratación del Sector Público, se inició la licitación de la primera fase de este ambicioso proyecto, que consistirá en la construcción de dos aparcamientos disuasorios con una capacidad conjunta para 141 vehículos.
Así, para celebrar este hito, la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, se desplazó hasta la ciudad naval para presentar junto a Francisco Barea las características de esta primera etapa y los planes de desarrollo de la siguiente. De esta forma, el presidente de la Autoridad Portuaria explicó durante su intervención ante los medios que esta iniciativa parte de un convenio con la Xunta, mediante el cual la administración autonómica aportará el 80% de los cuatro millones de euros que costará el proyecto –más concretamente 3,8 provenientes de los fondos de recuperación Next Generation–.
En este sentido, Francisco Barea incidió en la importancia de estas infraestructuras a la hora de atraer a ciudadanos y visitantes al puerto, facilitando sus desplazamientos. No obstante, el responsable subrayó que se trataba de tan solo una fase de un proyecto mucho mayor que logrará humanizar el área.
Por su parte, la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, explicó que las dos licitaciones puestas en marcha ayer tendrán un plazo de ejecución de cuatro meses en el caso del aparcamiento del área norte –donde se iniciarán los trabajos– y de ocho en el de Curuxeiras. Vázquez apuntó que el proyecto en sí contempla, entre otras actuaciones, la transformación en un tercer aparcamiento de la conocida como “parcela número ocho”, así como la creación de una senda peatonal y ciclista desde A Malata.