Olegario Álvarez está al frente de Kenia, una tienda de textil y ropa interior que es parte de la historia de la calle de la Iglesia. Ahora, sin dejar su negocio, su familia ha ampliado horizontes, con una cafetería y una futura bocatería, en una apuesta por la zona.
Tras tantos años con negocio en esta calle, ¿cómo ve el cambio que se ha producido?
Siempre ha habido servicios, parada de bus, estacionamiento en superficie. Ahora ha cambiado, las aceras más anchas son una apuesta por una zona más peatonal. La parte del Callao siempre ha sido bastante activa y en las que está Kenia hace falta dar un empuje al mercado, combinando la venta clásica de productos con hostelería, porque en todas las ciudades importantes las plazas de abastos son referentes para que vaya el turismo.
Prueba de ello es que ha apostado por una cafetería con terraza en el mercado y habla ya de montar una bocatería...
Creo que es muy interesante para un negocio considerar esos espacios exteriores del mercado que dan a la calle. La tasa es más asequible y están en el núcleo. En cuanto al gastromercado, es necesario que todos los grupos políticos estén de acuerdo, es una buena apuesta. Si se potencia el mercado puede dar mucho de sí. Habría que apostar por una diversificación de negocios, con horario de mañana y tarde y dinamizar el resto.
La calle de la Iglesia combina nuevos locales y comercio tradicional. ¿Cuándo nace Kenia?
Antes de Kenia mi abuelo ya había abierto en Canido “Almacenes Juan Álvarez”, después en Magdalena “Jal, el más barato” , y en los 70, en el bajo de la calle de la Iglesia se rotuló por primera vez “Saldos Kenia”. Diez años después, adquirió los pisos de arriba y nació “Galerías Kenia”, en cada piso una cosa, hasta los 90, que ya nos fuimos quedando solo con el bajo. Hoy hay dos Kenia en Iglesia y ahí seguimos. Antes de nosotros, en una de nuestras tiendas, estaba la Casa de las Medias, o sea, el tipo de negocio es el mismo.