Leopoldo Moure | “Mi puerta siempre estuvo abierta a los 25 concejales y a los funcionarios”

Leopoldo Moure García se despide este viernes de su vida laboral y deja tras de sí casi 29 años en el Concello de Ferrol y 42 de funcionario público
Leopoldo Moure | “Mi puerta siempre estuvo abierta a los 25 concejales y a los funcionarios”
El secretario general del Concello, Leopoldo Moure, afronta su última semana en el cargo I JORGE MEIS

La memoria de Leopoldo Moure García lo ayudó a aprobar cinco oposiciones a lo largo de su vida y le permite guardar en su cabeza la historia de su ciudad –nació en la calle Magdalena hace 66 años–, sobre todo la de las últimas tres décadas, tanto la que se puede contar como los entresijos de la administración que guardan los silenciosos muros del Concello. Moure puede explicar mapas históricos; decir por dónde discurrían las vías del tranvía; por dónde la canalización del agua –una mesa de su despacho acumula docenas de expedientes solo de Emafesa–; cómo se fraguaron, y a veces se pelearon con uñas y dientes, las grandes obras y decisiones; o dónde buscar los documentos antiguos que acreditan la propiedad municipal de parcelas desmemoriadas. Presume de haber recibido pocos reveses judiciales, aunque los encaja con deportividad, y de que ningún juez haya escrito “el secretario se equivocó”. Este viernes da carpetazo a 42 años de su vida laboral. Por delante, la posibilidad de viajar más, aunque no ha hecho todavía grandes planes.

 

¿Cómo le gustaría que se recordara su paso por el Ayuntamiento? 
Pues que fui una persona que ha cumplido con su deber y que ha mirado por su ciudad.

 

Usted nació en Ferrol.
En la calle Magdalena, estudié en el Tirso, en los frailes como decimos nosotros, me fui a los 17 a la Universidad de Santiago, me licencié en Derecho en el año 81 y en el 82 aprobé mis primeras oposiciones.

 

Toda la vida dedicado al servicio público.
Toda la vida en la administración local. Fui secretario del Ayuntamiento de Cabanas, interventor en el de As Pontes... En Ferrol llevo desde abril del 95, primero como tesorero y después secretario general. No es que me haya movido mucho en 42 años.

 

¿Tenía esa vocación?
Yo creo que la vocación no existe. La vida te va llevando. Cuando a un niño le preguntan con ocho años no dice que quiere ser recaudador de impuestos.

 

¿Qué quería ser usted con ocho años?
No me lo he planteado pero lo normal con ocho años: cantante, futbolista o bombero, supongo.

 

¿Estos días toca recoger mucho material?
Ya llevo varios meses recogiendo, porque tengo la manía de no tirar nada y es como cuando cambias de casa, que no sabes lo que tienes ahí.

 

¿Es momento de hacer balance? ¿Cómo se siente?
Me siento raro, pero como era algo que ya tenía programado desde el otoño... Tiene que ser.

 

¿Qué es lo que más le gusta del trabajo que hace aquí?
La asesoría jurídica. El secretario tiene dos funciones importantes, una es la fe pública. A esa parte que es tan automática no se le da importancia y es la clave de todo. El otro pie es el asesoramiento legal preceptivo. Aunque todos los expedientes son informados por el jefe de la unidad, hay una serie de informes que la ley dice que los informe el secretario. ¿Qué pasa en este Ayuntamiento? Que yo no sé por qué cada vez que un expediente se tuerce acaba en la mesa de Leopoldo por arte de magia. Y también me gusta mucho el pleno porque es vivo. Tenemos que estar allí para las dos funciones, para dar fe y después, aunque el debate y la deliberación las dirige el alcalde, siempre tienes que ver si hay quorum, si un asunto requiere una mayoría especial. Si es así siempre lo digo antes de la votación porque los concejales echan sus cuentas.

 

A veces aquí dentro políticos y funcionarios nos enrollamos tanto en nuestros procedimientos, en nuestras discusiones, que olvidamos nuestra función

 

Porque a veces llegan los temas al pleno en el aire.
Sobre todo en este Ayuntamiento. Quitando los dos períodos de José Manuel Rey, el resto siempre ha sido de coalición y al final nunca sabes en el pleno lo que va a votar la gente hasta el momento de levantar la mano.

 

¿Y alguna vez los ha tenido que reprender?
No, no, no.

 

Es rara la vez que no tiene que intervenir para aclarar cuestiones de procedimiento.
Efectivamente, es que esa es la función del asesoramiento en el pleno. Pero yo creo que en este Ayuntamiento el tema está bastante ordenado, son muchos años. Cambia constantemente de alcalde pero, sin embargo, no cambia de concejales. Como ahora mismo, es muy raro el tener tres exalcaldes. Y una vez que eres alcalde, cuando te vuelves a sentar allí ya no es como la primera vez. Te conoces lo que ha pasado y eso se nota.

 

Conocen lo que cuesta sacar adelante los proyectos.
Lo he vivido muchas veces. Yo entré con Couce Pereiro pero en el pleno empecé con Xaime Bello. La gente va viendo que todo tiene su tiempo y además que las cosas a veces se hacen porque no queda más remedio. Tienes que recoger la basura y no tienes contrato de basura, ¿qué haces? Pues recogemos la basura y ya veremos después cómo resolvemos el problema. Porque hay cosas más importantes que el propio contrato, que es que se recoja la basura.

 

Los momentos más duros son cuando tienes que hacer un informe y existe un problema político. Ahí estás tú en la picota y sabes que te va a caer la del pulpo, digas lo que digas 

 

En su último pleno todos los grupos tuvieron palabras afectuosas hacia usted. ¿Es fácil la relación con los políticos?
En tantos años hay discusiones y hay problemas pero yo creo que sí. Me he sentido respetado tanto por el alcalde, por quien fuera alcalde, como por la oposición. También mi puerta siempre estuvo abierta. Yo no fui el secretario que se encerró, mi puerta siempre estuvo abierta, gobernara quien gobernara, a los 25 concejales. Y a todos los funcionarios de la casa. Eso es una ventaja para todos.

 

En el puesto que usted tiene, ¿se puede hacer amistad con los políticos?
Yo creo que sí.

 

No hay conflicto.
Yo intento separar lo que es el expediente administrativo de la relación personal. Si haces del expediente administrativo una cuestión de honor, no te va a ir bien. Este es el expediente, es mi informe, yo opino así y los demás lo entienden, salvo que hagas verdaderas barbaridades. También soy una persona flexible, sobre todo con todos aquellos temas que se refieren a la ciudad.

 

Leopoldo moure de frente meis
Leopoldo Moure empezó como tesorero en Ferrol en 1995 y estuvo cinco años hasta pasar a ser secretario general I JORGE MEIS


Usted dijo en el pleno que había estado al servicio del Ayuntamiento pero sobre todo de la ciudad. ¿No siempre coinciden?
La reflexión es que el Ayuntamiento es el órgano de gobierno y representación del municipio, por lo tanto es más importante el municipio que el Ayuntamiento. ¿Qué pasa? Que a veces aquí dentro políticos y funcionarios nos enrollamos tanto en nuestros procedimientos, en nuestras discusiones, que olvidamos cuál es la función. Es lo que quise destacar. La ciudad es más que el Ayuntamiento, es más que el alcalde, la ciudad lo es todo. Y sobre todo para mí que soy ferrolano. La ciudad es el Racing, es el Baxi, son asociaciones de vecinos, el entramado, el estar pendiente de las empresas... Lo que no podemos hacer es ceñirnos a un procedimiento administrativo y decir “no, no, no”. Vamos a buscar soluciones. Nosotros estamos aquí sentados para beneficiar a los ciudadanos, si no cerramos la puerta y nos vamos. No tiene sentido que tengamos unos representantes si no se mira a los representados. Esa es la clave.

 

¿Cuáles son los momentos más duros del puesto? 
Los momentos más duros son cuando tienes que hacer un informe y existe un problema político, y entonces todo el mundo se focaliza en el informe del secretario. Ahí estás tú en la picota y es cuando tienes que estudiarlo y hacerlo bien, porque sabes que te va a caer la del pulpo, digas lo que digas.

 

Porque está en el medio de la batalla política.
Lo peor es cuando tu informe está en la batalla política. Cuando la gente se pega con el informe del secretario en la cabeza. Esa no es nuestra misión pero no lo puedes evitar. He tenido bastante suerte, quitando dos o tres casos importantes.

 

¿Hay algún problema de este tipo que le haya quitado el sueño?
Me han quitado el sueño algunos expedientes pero no los voy a decir.

 

¿Cómo ve la evolución de Ferrol en estos años?
No me atrevo a decirlo pero yo soy pesimista, no lo acabo de ver. Ferrol es una ciudad que depende del Estado. Tenemos que cambiar pero no hemos cambiado, seguimos dependiendo del Estado. Y eso de quién es, eso es de Madrid. Si coges nuestra historia y vas al siglo XVIII, lo que pasó antes de la Guerra de la Independencia, después... Han pasado 200 años y seguimos igual, esperando que el Estado nos contrate fragatas, ahora petroleros ya no existen. Estamos en 64.000 habitantes y cuando yo estudiaba 1º de Bachillerato mi libro ponía que Ferrol tenía 85.000. Era el 68, estamos en 2024 y tenemos 20.000 habitantes menos. Me gustaría serlo pero no soy optimista. Se está estabilizando pero Ferrol va a tener otro problema, el de las pensiones. Un señor con su pensión máxima –porque es un reconvertido de Astano, de la Bazán, de la Marina– está manteniendo en su casa a su hijo y a su nieto. Ese señor se va a morir y qué va a pasar con su pensión; ese hijo y ese nieto de qué van a vivir. Me duele porque es mi ciudad, porque nací aquí, porque para mí la plaza de Amboage es mi infancia.

Leopoldo moure meis
Moure, en su despacho, durante la entrevista I JORGE MEIS

Leopoldo Moure | “Mi puerta siempre estuvo abierta a los 25 concejales y a los funcionarios”

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