Las obras de rehabilitación y conservación de la Batería Alta y la Casa del Comandante del castillo de San Felipe, las más ambiciosas desde que el Concello adquirió la fortaleza en el año 2000, durante el mandato del bipartito BNG-PSOE –1999-2003–, ya están en marcha.
La empresa pucelana Cabero Edificaciones, una de las dos firmas que se presentaron a este concurso, ha comenzado los trabajos sobre el terreno, que deberán estar finalizados en once meses. Así, la cafetería podría estar ya operativa el año que viene, teniendo en cuenta los plazos administrativos para resolver la concesión.
La intervención tiene un coste de 1,14 millones procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea, y servirá, recalca el Concello, para revalorizar una fortaleza única en su especie que forma parte, además, de la candidatura “Ferrol, porto da Ilustración” con la que la ciudad aspira a convertirse en Patrimonio Mundial.
La intervención se divide en tres partes. La primera se centrará en una de las zonas más antiguas de una fortaleza del siglo XVI que, con el paso de las décadas, fue sufriendo modificaciones y variaciones. En la Batería Alta, los trabajos consistirán en la limpieza y reparación de los muros, los pavimentos y el jardín para poder recuperar su aspecto original.
Además, se mejorará el acceso al espaldón y se restaurará el solado granítico en el interior de la edificación, además de completar un acceso en un material parecido. Se recuperarán los caños de granito que conducían el agua a la gárgola existente y se mejorará la seguridad del propio muro con una barandilla.
Las otras dos actuaciones se centrarán en la Casa del Comandante. La primera abordará, en dos fases, su rehabilitación inicial, previa a los trabajos que desembocarán en la habilitación de una cafetería. En este caso, el objetivo es eliminar los añadidos del siglo XX y la consolidación y reparación de los muros existentes.
Se reconstruirá la planta alta de una de las edificaciones y la escalera que comunica con el bajo, respetando los materiales originales, con estructura de vigas y entablado de madera. También se volverán a construir las cubiertas desaparecidas, recurriendo para ello a los sistemas constructivos de su época: estructura de madera, entablado y nueva cubierta de teja sobre, en este caso, plancha de fibrocemento, que asegura la impermeabilidad. Por último, se harán nuevas carpinterías de madera para el cierre de puertas y ventanas con la idea de evitar la filtraciones.
El principal atractivo de las obras que ejecuta Cabero es la instalación de una cafetería en la Casa del Comandante. La memoria de la intervención afirma que se trata de un servicio básico que no se le ofrece al visitante, pero no solo en la fortaleza, sino tampoco en el entorno, de ahí la idoneidad de hacerlo respetando el conjunto.
Así, en la rehabilitación final de esta parte de la edificación se incluye, como elemento novedoso pero “integrado en el conjunto y el entorno”, una terraza exterior flotante. Además, será dotado de un sistema de depuración local de las aguas residuales que se generen –la actividad hostelera y los servicios que se instalarán–, pues no es posible conectar esta evacuación con la red general.
El alumbrado también será totalmente nuevo y optará por la tecnología LED, no solo en el interior del establecimiento, sino también en el espacio público.
1 El establecimiento de hostelería tendrá 277 metros
La cafetería-restaurante de la Casa del Comandante tendrá una superficie de 277 metros cuadrados. En la planta baja se instalará la barra y el salón y en la primera, una zona de comedor que tendrá vistas a la ría.
2 Las obras tendrán una duración de once meses
Once meses es el plazo de ejecución de las obras que supondrán un revulsivo para la fortaleza y el turismo que atrae. La intervención se divide en tres fases, dos de ellas centradas en la rehabilitación de la Casa del Comandante.
3 Los añadidos del siglo XX, fuera (pero con fotos)
La eliminación de los añadidos del siglo XX en la Casa del Comandante es una de las acciones que contempla este proyecto. Con todo, y a pesar de su “escaso valor patrimonial”, se documentarán por ser parte de su historia.
4 Adiós al ladrillo y el mortero de la Batería Alta
En la Batería Alta se eliminarán los “elementos discordantes” de fábrica de ladrillo en las escaleras del espaldón y la bajante de gres adosada al muro del XVI. También se suprimirán los morteros de cemento.
5 Reparar y sustituir algunas piezas de sillería
El proyecto contempla una tercera fase para realizar una “reparación minuciosa” de cada dintel y jamba, de todos los huecos de la Casa del Comandante para colocar las carpinterías de madera acorde con el uso futuro.