Jesús Porta: “Antes se perdían casi todos los juicios, ahora por fortuna las cosas han cambiado”

El pasado 20 de octubre se celebró en los juzgados de Ferrol una de las vistas más mediáticas de las que se han desarrollado hasta la fecha contra Navantia-Izar como consecuencia de los daños provocados por el amianto en uno de sus trabajadores. Nos referimos al juicio del histórico sindicalista fundador de CCOO y miembro del comité de empresa de la antigua Bazán, Rafael Pillado Lista, contra la referida empresa pública, tras contraer un cáncer y poder probar que éste es derivado de la exposición al polvo de amianto en el astillero ferrolano. Sin duda, un golpe del destino que Pillado deba hacer frente también a  un problema de salud al que él mismo empezó a dar visibilidad tras constatar que eran muchas las muertes que se estaban dando entre jubilados y prejubilados del astillero público.

El juzgado ha dado la razón al demandante y a su abogado, Jesús Porta, del bufete Jesús Porta Dovalo & Ana Díaz Santé, condenando a la empresa pública, heredera de Izar, a pagar una indemnización de 127.909 euros por daños y perjuicios derivados de la enfermedad profesional –mesotelioma pleural epitelioide– adquirida por Pillado Lista y que le fue diagnosticada en enero de este año.  Pese a que la sentencia es condenatoria, la cuantía de la indemnización es menor a lo solicitado en la demanda (379.276 €) y el abogado ha confirmado que se recurrirá la sentencia, toda vez que también Navantia ha hecho lo mismo. “Los representantes de la empresa aseguraron que tenían intención de indemnizar pero sé que no están conformes con la cantidad fijada”, precisa Porta, quien asegura que llevan desde 1990 con este tipo de litigios “podría decirse que varios cientos”, y al principio lo común era perderlos, sin embargo, asegura, esto está cambiando, ya que cada vez hay más sentencias del Tribunal Superior y hasta del Supremo que generan la jurisprudencia necesaria para modificar esas sentencias. Asimismo, sostiene que para los afectados por el amianto siempre es más ventajoso ir a juicio que llegar a un acuerdo con la empresa.

Trámites muy lentos

El abogado Jesús Porta lamenta además que los trámites con el INSS para la declaración de la enfermedad profesional se hayan convertido en un trámite “demasiado largo”, algo que va en detrimento del interés de los afectados en tanto que solo disponen de un año para reclamar judicialmente por daños y perjuicios desde que se les diagnostica la enfermedad. Ya sea asbestosis, cáncer de garganta, o bien el citado mesotelioma pleural. El covid no ha ayudado al colectivo tampoco y recuerda el letrado el caso de un cliente con demanda abierta que se enfermó de covid y murió y como causa de la muerte consta el covid, no los problemas previos que padecía. Asimismo, el jurista cree que en unos años se sumarán nuevos tipos de cáncer, incluído el de vejiga y próstata –tal vez algunos tipos de tumores de mama también guarden relación con la exposición al polvo de amianto–, a la lista de problemas derivados de la exposición directa o indirecta a esta sustancia nociva que se empleaba de forma masiva en la década de los 70 y los 80, aunque sobre todo en 1980. Cabe precisar en este punto que el mero hecho de lavar los buzos de trabajo de los operarios implicaba exponerse al polvo de amianto y, en consecuencia, también a sus efectos perjudiciales para la salud.

Con respecto al Fondo de Compensación, el letrado tiene serias dudas en lo relativo a su desarrollo y funcionamiento, toda vez que la Seguridad Social ya no da  hecho con las declaraciones de enfermedad profesional, que se alargan cada vez más en el tiempo, de ahí que tenga sus reticencias sobre cómo se va a gestionar el mismo y también confía en que se aclaren en breve aspectos como si estas ayudas son o no compatibles con la reclamación de daños y perjuicios por la vía judicial.