El número de trabajadores autónomos en Ferrolterra sigue reduciéndose y, a lo largo del último año, las afiliaciones al RETA han pasado de 10.744 a 10.623, es decir, 121 menos, lo que representa cerca del 10% de las bajas que se registraron en toda Galicia en este mismo periodo.
La evolución es muy parecida a la de los tres ejercicios anteriores, los que siguieron a la pandemia. Desde 2021, los veinte municipios de Ferrol, Eume y Ortegal han visto cómo más de medio millar de personas (510, en concreto) han decidido salir del Régimen Especial del Trabajo Autónomo para emprender otro camino laboral o, también, pasar a la jubilación.
Con todo, la dinámica no ha sido uniforme ni generalizada en todos los concellos. Así, en los últimos cuatro años son tres los municipios en los que hay censados más autónomos ahora: Cariño, que tenía 285 en 2021 y en la actualidad registra 311 –26 más–; Mugardos, que pasa de los 271 a los 292, y As Somozas, que sube uno y se sitúa en los 75.
Otro, Valdoviño, tiene los mismos: 482. En el resto son menos, con casos que son especialmente significativos por lo que suponen en términos relativos: Monfero perdió 43 de los 266 que tenía; Cedeira, 56 –hasta quedarse en 585–; o San Sadurniño, que ve reducido su colectivo de autónomos en 37 personas –se queda en 224– con respecto al año 2021.
La situación del RETA contrasta con la evolución de los cotizantes del régimen general, que en este mismo periodo –desde mediados de 2021 al presente– subieron en más de 5.000 personas, en concreto, 5.275. Es decir, por cada empleo que se destruye en el sector de autónomos se han creado diez de trabajo asalariado por cuenta ajena.
La presidenta de la Asociación de Jóvenes Empresarios –AJE– de Ferrolterra, Yadira Tenreiro, cree que el contexto actual, a pesar de las buenas cifras de empleo que se suceden mes tras mes y del incremento de afiliaciones al régimen general de la Seguridad Social, lleva a que “ahora mismo la gente quiere gastar menos; cuando la situación del país no es estable, se busca más el ahorro o, como decimos en Galicia, hacer peto”.
La portavoz de AJE lo define como “una especie de parón de reflexión” que se traduce en una forma de enfocar el futuro laboral: “No quieres arriesgarte a emprender porque no sabes bien lo que va a pasar en el futuro inmediato”, apunta.
La experiencia de la entidad que defiende los intereses de los jóvenes emprendedores de Ferrolterra señala justamente en esa dirección. “Tenemos varios proyectos que estamos asesorando y vienen a pedirnos consejo”, explica, “y que están parados precisamente por eso, porque para emprender, la gente muchas veces va a tener que dejar su trabajo y no va a tener una cierta estabilidad, y con la situación política y las crisis que existen en este momento o incluso la subida del IPC, les supone un freno”.
Tenreiro señala la “estabilidad” como principal acicate que se debe ofrecer a los emprendedores para cambiar la tendencia. “Ahora mismo tenemos muchas cosas en la cabeza y no hay una estabilidad como tal”, afirma la presidenta de AJE, que rechaza además fiar el empujón final para poner en marcha una idea empresarial a la consecución de ayudas.
“Son una parte fundamental, pero no lo es todo y en la asociación, cuando una persona viene a buscar asesoramiento, siempre le decimos que no puede centrarse en las ayudas; si vienen, bienvenidas sean, pero no debes tenerlas en cuenta para emprender. La seguridad a la hora de cambiar el ritmo y el tipo de vida debe ser lo básico”, añade la presidenta de la entidad empresarial.
La caída en el número de personas que cotizan en el Régimen Especial del Trabajo Autónomo –RETA– no se produce en todos los municipios de las comarcas de Ferrol, Eume y Ortegal. En el último año, periodo en el que Ferrolterra perdió 121 afiliaciones en este colectivo, hubo cinco concellos que siguieron la tendencia contraria. Así, el caso más destacado lo representa Ares, que entre mediados de 2024 y el ecuador de este año aumentó en diez, pasando de 291 a 301.
Asimismo, se incrementan los cotizantes en Pontedeume, que sube en seis y vuelve a rebasar la barrera del medio millar (503), y en Neda, que también gana seis afiliados hasta los 313. En As Somozas –de 73 a 75– y en Ortigueira –451, uno más que hace un año– se desmarcan igualmente de la tendencia general de la comarca.