Entre el buen tiempo y la ampliación de la oferta de ocio, la trigésimo segunda edición de Equiocio volvió a registrar una gran afluencia, alrededor de 25.000 visitantes, según las estimaciones de la organización, un balance que sitúa al certamen en los números del año pasado. 
 

La fórmula –el formato, en palabras de Federico Pérez Lago, director deportivo de la cita– funciona y este año, además, continuó con su política de seguir ensanchando el camino con la apuesta por la dimensión cultural. Con ella, Equiocio promocionó dos de las fiestas de mayor relevancia y de la ciudad, las Pepitas y las Meninas, así como a los representantes de la tradición fol-klórica local, el Real Coro Toxos e Froles, la coral del Casino Ferrolano y la rondalla Só Elas. 
 

La cultura fue la gran novedad de este año en el campo de As Cabazas, aunque la oferta del evento volvió a ir mucho más allá. El espacio social fue de nuevo uno de los focos de atención y permitió a las entidades participantes aprovechar la convivencia y las sinergias generadas para cerrar acuerdos como el que firmaron el Patronato Concepción Arenal y el Abeconsa Basketmi. Precisamente este club de baloncesto en silla de ruedas –que esta temporada disputará la Primera División española– intervino 

activamente en el certamen con un par de exhibiciones. 
 

El deporte combinado con la naturaleza —las rutas de BTT, los bautismos de surf– y las actividades dirigidas a la concienciación ambiental –reciclaje, Ecomarket, etc– aportaron su grano de arena a una cita en la que la sostenibilidad es marca de la casa. En esta filosofía se enmarca también la gastronomía. El stand de la Consellería do Mar volvió a ser de los más visitados, con sus degustaciones diarias de productos del mar, al igual que el de Gadis con sus talleres de huerta y juegos tradicionales que demostraron que disfrutar y aprender pueden ser todo uno.