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sábado | 18 mayo | 2024
El plazo de presentación de ofertas de la licitación de las obras de rehabilitación del edificio de Aduanas ha concluido con diez empresas candidatas a hacerse con el contrato, que está presupuestado en algo más de 1,6 millones de euros. La Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao se encuentra ahora inmersa en el proceso de valoración de las propuestas.
La intervención en este inmueble construido a comienzos de la década de los años 40 del siglo pasado concluirá la mejora de la fachada marítima de Ferrol Vello que, tras la recuperación de la antigua Comandancia –que ahora acoge dependencias portuarias–, la nueva imagen de la sede del organismo como consecuencia del pintado exterior y las obras en la Sala Curuxeiras, ha cambiado sustancialmente en los últimos tiempos.
El edificio, adquirido por el Puerto en el año 2020, se dedicará a usos de carácter representativo e “intercambio de actividades con la ciudadanía”. Una vez que se adjudique la obra y se firme el acta de replanteo, el plazo de ejecución será de doce meses.
La idea es avanzar en esa relación Puerto-ciudad y en el cambio del frontal del muelle de Curuxeiras, que ya se ha visto mejorado con las reformas ejecutadas en la sede de la Autoridad Portuaria y en el edificio de la antigua Comandancia naval. Los tres edificios formarán ahora un todo para dar servicio al Puerto, al tiempo que convierten la zona del muelle en un espacio urbanísticamente más agradable visualmente, con los edificios emblemáticos recuperados para uso cotidiano.
La sede de Aduanas se rehabilitó en 1985 y, desde entonces, no se había acometido ninguna obra de cierta envergadura. En total, tiene una superficie útil de 700 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas que antes de que se desalojara tenía las dos primeras dedicadas a oficinas y las dos superiores a uso residencial.
El tiempo que ha permanecido abandonado el edificio ha empeorado su estado, hasta el punto de hacerse necesaria una rehabilitación integral. El proyecto del Puerto contempla una actuación completa y accesible. En ese sentido, se facilitará un recorrido desde el zaguán exterior y se potenciará como acceso institucional la puerta norte, es decir, desde la parte del jardín.
Además, en el interior, en el espacio del actual descansillo de las escaleras, se instalará un ascensor panorámico para, además de permitir el desplazamiento accesible por las plantas, favorecer la entrada de luz natural. También se construirá un lucernario en la cubierta.
En cuanto a la distribución de los espacios, la planta baja albergará el vestíbulo general y los servicios auxiliares, mientras que en la primera y en la segunda se habilitarán dos salas de 64 metros y un auditorio. La cuarta planta, que es la más pequeña, se destinará a instalaciones.
Otras actuaciones que se contemplan en esta edificación consisten en la sustitución de falsos techos, chapados de madera y plaquetas por materiales “más nobles”, según anunció el Puerto en el inicio del proceso de licitación, y, si bien se conservarán las fachadas existentes –restaurándolas, al igual que las puertas de madera de la planta baja, es decir, la del Paseo de la Marina y la calle Castro–, se cambiarán las carpinterías de puertas y ventanas actuales por otras de madera.
