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jueves | 2 mayo | 2024
El huerto urbano de Canido ha ampliado su espacio dando cabida así a más personas o entidades interesadas en aprovechar estos espacios para cultivar sus productos.
La iniciativa, puesta en marcha en el año 2020 se ha ido consolidando este tiempo gracias al interés de la Asociación Veciñal de Canido y de las demás entidades del barrio que, de forma colaborativa, apostaron por esta propuesta que ahora ha ampliado su espacio.
La constructora propietaria de la parcela fue en su momento receptiva con el proyecto y ahora ha ampliado el convenio que tiene con la entidad vecinal para que esta, a través de las asociaciones y particulares que participan, pueda gestionar el resto de la parcela de su propiedad para el cultivo y para dotar a la zona de espacios de ocio.
El presidente de la entidad vecinal, Roberto Taboada, recordó que la constructora siempre ha estado en disposición de efectuar la cesión pero no ha sido hasta ahora cuando se ha podido llevar a cabo esta addenda al convenio inicial. Se completa, de este modo, el huerto urbano que tan buena acogida está teniendo no solo en Canido sino desde otros puntos de la ciudad desde los que se desplazan los interesados en los cultivos.
Además de ampliar la zona dedicada específicamente al huerto, la cesión de terrenos permitirá también convertir el espacio en una zona de esparcimiento, donde, como explicó el representante vecinal, está previsto instalar mesas de picnic y adecentar la zona para uso comunitario.
La parcela destinada a plantaciones, situada junto al centro cívico de Canido, haciendo esquina con la calle Insua, contaba inicialmente con una superficie de unos seiscientos metros cuadrados, que ahora se ha visto ampliada hasta duplicar su espacio. Hay 19 bancales ocupados por particulares pero también hasta media docena de los que hacen uso entidades como la Asociación contra el cáncer, Xeración o Aspanaes, que aprovechan estas instalaciones al aire libre no solo para cultivar y obtener productos naturales que ellos mismos plantan sino con fines terapéuticos, empleando estos momentos de aprovechamiento del huerto para socializar.
La ampliación de espacios garantiza la continuidad de esta iniciativa colaborativa, algo que se ha visto ya en el vallado de los huertos, que han realizado conjuntamente, con el objetivo de que los jabalíes no acaben con las cosechas, ya que, como recuerda Roberto Taboada, aunque en menor medida los animales siguen campando a sus anchas por Canido, sin que se sepa cómo ha resultado la instalación por parte de la Xunta de jaulas para disminuir las piaras.
