Confirman que la carga de trabajo en el astillero fenés está garantizada hasta el 2031

Confirman que la carga de trabajo en el astillero fenés está garantizada hasta el 2031
Responsables de Navantia, Iberdrola y Windar bajo las jackets | d. alexandre

Para entender la alegría que ayer se respiraba en el astillero fenés, tras ver culminado el proyecto de envío de las jackets que se integrarán en el parque eólico offshore de Saint-Brieuc, en la Bretaña francesa, cabe destacar que se gestó con la pandemia de por medio o la guerra de Ukrania, salvando lo que parecía insalvable inicialmente. Como se recordará, Iberdrola, a través de su filial Ailes Marines, adjudicó a la UTE Navantia Seanergies-Windar Renovables la construcción de 62 jackets, el 18 de junio de 2020, y este contrato, por importe total de 350 millones de euros, supuso hasta entonces el mayor de la historia de Navantia Seanergies-Windar Renovables en el sector de la eólica marina.

 

En abril de 2021 se finalizó el ensamblaje de la primera jacket –de 1.150 toneladas de peso, 75 metros de alto y 25 de ancho–, y poco más de un año después, en junio de 2022, se embarcaban las cuatro primeras con destino al parque eólico. Desde esta fecha y hasta el día de hoy, se han realizado 16 embarques en total. Con este último “loud out”, se pone fin a un proyecto exitoso y pionero para el consorcio Navantia Seanergies-Windar Renovables.

 

Sobre el pedido para Saint Brieuc se  manifestó Manuel Bermúdez de Castro, director de Volúmen de Negocio de Navantia, quien aseguró que este contrato “ha supuesto mucho para la UTE Navantia-Windar” y “sobre todo para esta unidad de negocio, proyecto que nos ha situado en el mercado y que nos ha permitido acometer las inversiones necesarias para dotar al astillero convenientemente y seguir siendo referente en este mercado, lo que nos permite ver el futuro con más claridad que otros años”.

 

En este sentido aseguró que “pese a verse un astillero desnudo sin jackets, ya hemos empezado a trabajar con otras 62 para el mercado francés, que a partir del próximo año volverán a verse repartidas por el astillero”.

 

Explicó además que “tenemos Monopiles vigentes que nos aseguran carga de trabajo hasta final de 2025 y vendrán nuevos contratos”. Bermúdez de Castro aseguró también que “estamos abriendo mercado en Estados Unidos y Australia” y que “esta unidad de negocio tiene mucho futuro, no solo presente”.

 

También explicó que le pagan un sueldo “para asegurar el negocio, a mí lo que me mueve es ver que aumentan los coches estacionados cada día hay aquí, porque eso se traduce en empleo para familias. Mi objetivo es pasar de las 1.000 o 1.500 familias que tuvimos hasta la fecha a las más de 2.000 que esperamos alcanzar con los próximos contratos”.

 

Ahora trabajan sobre 700 personas que operan a diario en los diferentes proyectos que hay en el astillero, bien acabando estas jakckets, en la fábrica de monopiles con Windar y en Imenosa con piezas de transición.

 

“Durante este final de año y el próximo ejercicio se incrementará más el personal que se ocupará de seguir con las jackets y se espera que en un futuro, tras finalizar una serie de mejoras e inversiones, en esta unidad de  negocio se puedan construir las tres tecnologías: monopiles, jackets y la plataformas flotantes al mismo tiempo, y para eso tratamos de adaptarnos para que en un futuro próximo haya mucha más gente aquí trabajando”, afirmó.

 

El director de Navantia Seanergies, Javier Herrador, también manifestó su alegría por haber culminado con éxito un proyecto que supuso tantos sobresaltos para todas las partes implicadas. También se congratuló por el hecho de que la UTE Navantia Windar haya contribuido de algún modo “a afianzar la posición que Iberdrola tiene hoy en día en el sector de la eólica marina y las energías verdes”. Una relación de casi una década que se ha ido estrechando paso a paso. Herrador también recordó que “a día de hoy son pocas las empresas que como Navantia-Windar puedan desenvolverse con la solvencia demostrada por el consorcio, siendo de las pocas compañías que pueden construir los tres tipos de cimentaciones que existen hoy en día”, precisó.

 

“Empresas de Fene, Ferrol, Galicia, Asturias, y Brest en Francia donde hemos reactivado la industria local para colaborar en el proyecto. Los tres jefes de proyecto hemos conseguido entregar el producto con la calidad que elcliente exigía. Sentimos alegría y satisfacción especial por haber culminado el proyecto con semejantes retos como los vividos, pero lo estamos entregando a plena satisfacción y en plazo”.

 

Fene tiene contratos que le permiten tener carga de trabajo para los próximos años, con alta actividad asegurada, por lo menos, hasta el año 2031. Sin duda este es el mejor escenario para seguir creciendo y seguir posicionando a Navantia Seanergies y Windar en este mercado, con expectacivas de crecimiento 
tan importantes. 

Confirman que la carga de trabajo en el astillero fenés está garantizada hasta el 2031

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