Los comités cifran en más de mil los empleos perdidos en las auxiliares

Los comités cifran en más de mil los empleos perdidos en las auxiliares
Por primera vez desde marzo debido a la crisis sanitaria, a la movilización estaban convocadas las plantillas | jorge meis

Los trabajadores de Navantia Ferrol y Fene y de la menguante industria auxiliar que queda en los astilleros de la ría retomaron ayer las movilizaciones tras ocho meses de protestas con un formato reducido y adaptado a las restricciones sanitarias. Lo hicieron, explicó el presidente del comité de la factoría ferrolana, Emilio García Juanatey, acuciados por la falta de respuestas a las demandas que vienen planteando desde hace un año para evitar la subactividad y la destrucción de empleo en la industria auxiliar. 

Frente al contador de empleo perdido –1.047 trabajadores desde el pico de  trabajo de los AOR para la Marina australiana– situado en las inmediaciones del acceso principal al astillero, García Juanatey y su homóloga del astillero de Perlío, Adela López, lamentaron que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado no contemple una partida específica para la construcción del dique cubierto al tratarse, aseguraron, “dun investimento clave” para aumentar el  potencial de unas instalaciones que, añadieron, “hoxe non son competitivas porque están obsoletas”. Esa carencia se suma, explicaron, a unas perspectivas de ocupación muy pobres a corto plazo hasta comienzos de 2022, cuando se prevé el corte de chapa de la primera fragata F-110 para la Armada española. 

“Se non conseguimos que ese proxecto se incorpore aos PGE, queremos que se inclúa nos Fondos de Recuperación europeos”, manifestó el portavoz del comité, que defendió esta opción por  tratarse de una infraestructura “de nova tecnoloxía que se encadra na industria 4.0” y que favorecerá la transformación de los procesos productivos al “encaixar perfectamente nos obxectivos destes fondos europeos”. “Se non vai nos PGE”, recalcó García Juanatey, “esixiremos unha garantía de que se vai apostar claramente nesa convocatoria, pois poucos proxectos deste nivel de transformación tecnolóxica se van presentar en Galicia”. 

Con todo, los comités instan a Navantia y a las administraciones implicadas a “actuar con rapidez”, puesto que, recordó, el proyecto “non está finalizado e hai que completar os informes de avaliación ambiental e tramitar os permisos correspondentes”. 

“Aproveitar sinerxias”
Los representantes de las plantillas insistieron en la importancia “vital” de gestionar “con urxencia” no solo lo concerniente al dique, sino también en “aproveitar as sinerxias da Fábrica de Turbinas e da industria auxiliar nos proxectos de eólica mariña”, pues, apuntó Juanatey, “non só a construción naval militar vai tirar disto”. En ese sentido, la presidenta del comité de Navantia Fene expuso que la situación en ese astillero es inversa a la de Ferrol. “Estamos terminando los trabajos para el parque de Kincardine y en breve empezaremos con el de Saint Brieuc”, por lo que, explicó, “tendremos ocupación hasta comienzos de 2022”, unas expectativas que, señaló, no deben llevar al acomodamiento. “Necesitamos que los proyectos se encadenen y que las ofertas que se hagan para este tipo de proyectos sean adecuadas, porque no lo tenemos claro”, declaró. 

La sangría en el número de empleos de la industria auxiliar en el astillero de Ferrol, principalmente, sin más horizonte que el inicio del corte de chapa de las F-110 en febrero de 2022 se irá “agravando”, advirtieron los comités, que extendieron la coyuntura de crisis industrial en la comarca a la situación en As Pontes con el cierre de la térmica y la amenaza sobre la planta de Siemens Gamesa en As Somozas. “Necesitamos un proxecto de futuro para a comarca que evite o drama do desemprego” de larga duración en centenares de familias.

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