Un Grupo de Desactivación de Explosivos (GEDE) de la Unidad de Buceo de Ferrol se desplazó el 1 de mayo hasta el País Vasco para extraer restos de municiones en el fondo de las aguas de la ensenada de Muskiz. Estos objetos fueron localizados por un buceador deportivo durante una jornada de pesca y, tras dar el aviso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, se activó el protocolo correspondiente. La Armada es la responsable de la resolución de este tipo de incidentes submarinos.
Los buceadores desplazados desde Ferrol procedieron a la comprobación segura de los restos y a su extracción, así como a inspeccionar el fondo. Se depositaron en un contenedor específico y se trasladaron hasta la base para su posterior destrucción.
En la operación se contó con la colaboración y apoyo de dotación de la Comandancia Naval de Bilbao, que coordinó los auxilios necesarios, del servicio de emergencias 112, y efectivos de la Ertzaintza, Policía Local y Servicio Marítimo de la Guardia Civil, que establecieron el perímetro de seguridad en la zona.
Desde la Armada se recuerda a la población que estos artefactos “siempre son peligrosos”, a pesar de que, debido al paso del tiempo, puedan parecer inertes u obsoletos. Igualmente podrían estar activos, por lo que se recomienda que en ningún caso se manipule y que simplemente se proceda a marcar, fotografíar o, en lo posible, señalizar la situación y después dar aviso inmediato.
La Unidad de Buceo de Ferrol está al mando de la Fuerza de Acción Marítima y tiene la misión de contribuir a la protección y control de los espacios marítimos de soberanía e interés nacional. Su personal está capacitado para llevar a cabo misiones como el mantenimiento a flote de los buques de la Armada, la protección del patrimonio arqueológico subacuático, la desactivación de explosivos o las tareas de búsqueda en dispositivos de salvamento y rescate.