El primer debate parlamentario entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, servirá para que ambos contrapongan sus recetas económicas ante el alza de los precios y la crisis económica, en un debate en el Senado que coincide con la campaña electoral en Andalucía.
Transcurridos más de dos meses desde que fue elegido líder de la oposición, Feijóo ocupa la bancada de la oposición tras 13 años como presidente de la Xunta de Galicia y se estrena a las cuatro de la tarde en el cara a cara con Sánchez con la pregunta de si "considera el presidente del Gobierno que su Ejecutivo está a la altura de las necesidades de las familias españolas" y el objetivo de mostrar su alternativa frente al "caos" que ve en el Gobierno de Sánchez.
En un formato diferente al del Congreso, puesto que cada interviniente cuenta con siete minutos y el debate se alarga 15 minutos, frente a los cinco de la Cámara Baja, el objetivo del primer interrogatorio parlamentario de Feijóo es aterrizar la discusión pública y hablar de las "cosas del comer": la inflación, los problemas para llegar a fin de mes o el precio del carburante.
Ante Sánchez, Feijóo defenderá su plan económico, que incluye rebajas temporales del IRPF a rentas por debajo de los 40.000 euros o reducir el IVA de la luz al 5 %, y lo hará, según señala su equipo, con el respeto y la cortesía parlamentaria que pidió a sus senadores y diputados, un tono con el que espera diferenciarse de Sánchez, al que el PP critica por acusarles de crispar mientras les califica de mangantes.
Feijóo ve la economía en una "situación límite" y cree que Sánchez es un "lastre" que no cuenta la realidad económica, sino que maquilla cifras como la del desempleo gracias a la conversión de los contratos temporales en fijos discontinuos.
Según el PP, en el Senado se verán dos modelos: el de la "incompetencia, crispación y falta de credibilidad" de Sánchez y el de la estabilidad, crecimiento y "propuestas" de Feijóo. Además, los populares esperan que Sánchez, al que ven débil y nervioso, modere su tono y abandone los insultos.
El Gobierno y el PSOE han optado en cambio por restar importancia al pulso. La portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, argumentó que Feijóo es "nada más" el líder de la oposición y que su llegada a la Cámara Alta "no ha cambiado nada", por lo que Sánchez no acudirá con más frecuencia al Senado, si no que lo hará, como hasta ahora, una vez al mes, siempre que lo permita su agenda.
Tras chocar por las cifras del paro, donde la denuncia de maquillaje de Feijóo ha recibido la réplica de varios dirigentes, desde la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, el Ejecutivo pide rigor al líder del PP, ante el que defenderá su "muy buena" gestión económica, mientras trabaja ya en la futura prórroga al decreto con medidas anticrisis.
Al respecto, el Gobierno pide al PP que se mueva del no. "Nos gustaría que fuera algo nuevo porque hasta ahora lo que hemos visto es a un líder que se parece demasiado al señor Casado", apuntó Rodríguez.
El cara a cara entre Sánchez y Feijóo se produce además cuando en Andalucía prosigue la campaña electoral, con el popular Juanma Moreno en cabeza y a expensas de poder gobernar en solitario o tener que hacerlo con Vox, y mientras en la vida política nacional se mantienen los desencuentros entre los socios de la coalición por la OTAN, la prostitución o las recetas fiscales.
Además, el duelo parlamentario entre el presidente del Gobierno y el jefe del Ejecutivo se produce un día antes de que Sánchez explique ante el Congreso las nuevas relaciones con Marruecos, forzado por sus socios y por sus adversarios, incluido el PP, que le reprochan su viraje unilateral respecto al Sáhara Occidental.