Doble ración de viajes, de encuentros ligueros y también de puntos en juego. De cero a seis podría sumar el Racing esta semana, posibilidad esa última que, como bien señalaban algunos de los representantes de la plantilla verde en sus últimos compromisos con los medios, podrían cambiar sustancialmente las circunstancias del equipo, y no solo en la clasificación de Segunda.

Dos derrotas –Racing de Santander y Eibar– y cuatro empates –Huesca, Burgos, Tenerife y Levante– adornan el historial reciente del club ferrolano; cuatro atesorados, pero insuficientes puntos han depositado en su casillero en un mes, el último de ellos, pequeño salvavidas especialmente para el técnico racinguista tras una semana en la que, de nuevo, su figura se ha visto cuestionada al volver a encallar la nave verde tras un brevísimo periodo de bonanza a inicios de octubre. 

Y después de ese “a medias” con los granotas que pudo ser más –también menos–, el sábado tenía la plantilla local su único día de descanso. En lo que promete ser una extenuante y crucial semana para el futuro a corto y medio plazo del club, A Gándara será blindada base de operaciones para el Racing, en donde ya entrenaban el domingo, y donde lo harán también este lunes y el viernes en su sesión entre desplazamientos.  

La odisea

Y es que a los de la ciudad naval les toca servir su apuesta ganadora a domicilio, partiendo el martes después de entrenar para recalar en su primer destino, Castalia. Este miércoles –19.00 horas– se dirimirá finalmente el postergado partido entre el equipo de Parralo y el Castellón del holandés Schreuder, correspondiente a la jornada 13. En su regreso a la categoría de plata, el conjunto anfitrión está logrando sostenerse en mitad de la tabla, pudiendo presumir de un dato de goles en el “top 5” de la liga, con 24 tantos a favor –frente a los nueve del Racing, último en ese ranking–. Jugaba su último partido ayer, un 1-1 contra el Huesca.

De esa primera visita volverá la expedición ferrolana el jueves, con el tiempo justo para entrenar en casa y partir de nuevo el sábado, esta vez para asediar al día siguiente –18.30 horas– el Nuevo Pepico Amat, fortín del Eldense. La llegada del Racing coge en un buen momento a los de Ponz: la resucitada escuadra azulgrana solo se atragantaba con el Mirandés, y por la mínima, en el partido del domingo, tercero en ocho días en los que por poco no han firmado un nueve de nueve como preludio a la próxima cita dominical.