Eran las 18.00 horas de tal día como hoy, pero de 1975, cuando en la pista de la Estación Naval de A Graña se disputó el primer partido de lo que se daba en llamar “futbito”, pero que en realidad era un nuevo deporte, ahora ya consolidado y que se llama fútbol sala. Uno de sus impulsores, Roberto Amado (Ferrol, 1953), ha sido uno de los organizadores de un encuentro que reunirá a la mayor parte de pioneros de esta especialidad, que tiene en la ciudad uno de sus focos a nivel gallego y también nacional.

¿Qué recuerdos le trae a la cabeza esta celebración?
La verdad es que siempre tuve muy buena memoria y me acuerdo perfectamente de aquel día. Era una ilusión, algo nuevo que no sabíamos qué magnitud tendría... pero el recuerdo es muy bueno. ¡Fue como un flechazo! Era algo nuevo, que iba muy bien a mi forma de ver el deporte, porque me daba la oportunidad de investigar y poner mi granito de arena. Por eso me siento muy agradecido a un momento que me dio la vida.

¿Esperaba que llegase hasta el medio siglo de vida?
La verdad es que no. El fútbol sala, o futbito como lo llamaban entonces, empezó como unas pachangas de amigos que jugábamos al fútbol... pero teniendo más contacto con la pelota. Era el fútbol en pequeño, pero este deporte ha cambiado muchísimo y ni de broma pensaba que iba a llegar tan lejos, aunque sí que vi que era una posibilidad para la enseñanza de la técnica entre los más jóvenes, que es algo que empecé a trabajar con niños al poco, que era algo marciano para los que jugábamos al fútbol.

¿La evolución del fútbol sala ha sido como pensaba?
Desde el principio el fútbol sala fue muy problemático, con diferentes tendencias, varias federaciones nacionales e internacionales... Yo creo que su evolución ha sido muy mejorable, pero ahora por lo menos hay una unificación de criterios, de reglas, de balón... porque hasta hace muy poco los sistemas eran diferentes en función de lugar. Hubo muchas peleas, pero los que creímos en el fútbol sala empujamos para crear un deporte independiente e individual.

¿Qué le parece el papel que juega Ferrol y comarca en el auge de este deporte?
Siempre presumo de Ferrol... y con esta celebración presumo todavía más, porque Ferrol fue uno de los lugares pioneros en España. A Coruña nos llevaba dos años de ventaja, pero nosotros tuvimos al Xalledín, que marcó la pauta y se le debe mucho porque le imprimió seriedad al proyecto, luego el Boandanza, O Parrulo, Cidade de Narón y muchísimos clubes de base. Fíjate que cuando se cumplieron los 25 años había más fichas federativas de fútbol sala que de fútbol...

¿Qué importancia tiene la formación en el desarrollo que ha tenido este deporte?
Yo me metía en todos los fregados, y en un deporte que estaba virgen uno de ellos era el de la formación. Desde la Federación Gallega de finales de los 80 organizamos los primeros cursos de formación de primer, segundo y tercer nivel, disfrutamos de un par de partidos de la selección española... La tecnificación parte también de ese momento, con doce entrenadores de Ferrol en el primer curso de primer nivel, y también ahí nosotros fuimos pioneros.