El Racing estrenó traje nuevo en A Malata y, a diferencia del del emperador, este cambio de indumentaria fue bien visible. El caboverdiano Bebé estrenó un verde que le favorece, mientras que Jauregi, Álvaro Sanz y Delmás se pusieron el uniforme de titular. 

Los de Cristóbal Parralo probaron las costuras de este nuevo “outfit” ante un Mirandés que en estos primeros minutos hizo lo esperado, esperar su oportunidad a la contra. Mientras, se pudo ver a un conjunto racinguista con un juego más combinativo, si bien seguía faltando, al igual que en partidos precedentes, ese complemento, esa chispa que hiciese que este nuevo traje destacase por encima de otros. Sí que resultó, sin embargo, el traje elegido por los burgaleses, con Panichelli haciendo el primer aviso para los suyos en el minuto 21, un lanzamiento que cortó bien Naldo. 

Fueron los mejores minutos a nivel ofensivo tanto para locales como para visitantes, ya que el Racing mostró unas combinaciones arriba que pueden traer muchas alegrías a A Malata. Brais, portando el brazalete de capitán, Perea y Bebé con un tiro de este último a las manos de Raúl Fernández y a continuación con Eneko iniciando la jugada, Bebé y Perea intentando rematarla ante un excesivo número de jabatos en el área, levantaron a la afición de la grada –especialmente cuando el caboverdiano enganchaba el balón–. No llegó la diana verde ni tampoco la de un Mirandés que volvió a tener en Panichelli a su referente ofensivo, con una volea que no llegó a enganchar. Este mismo jugador y Joel Roca demostraron que la vestimenta jabata está un poco más adecuada a su talla que la verde, que seguía sin encontrar ese acertado último pase tras un buen juego en los primeros tres cuartos de campo. 

El grupo de Parralo tenía su fuerte en una banda izquierda reforzada con la llegada del citado Bebé y con un gran Brais. En los últimos diez minutos de esta primera parte, Perea se llenó de balón sin poder aprovechar uno de los pocos errores del Mirandés en defensa, si bien lograba forzar el córner. Una recta final en la que Dorrio y Brais, por alto, tuvieron las últimas oportunidades para un Racing al que le sigue faltando esa chispa adecuada.

En círculos

La charla en el descanso se tradujo en un primer intento con un pase de Bebé al centro del área que Pérez cabeceó sin, de nuevo, fortuna. Y este fue el arranque de una segunda mitad en la que el Mirandés se fue desdibujando ante un Racing que seguía probando y probando, en círculos. 

Tanto Parralo como Lisci optaron por cambio de vestuario, con la entrada de Izeta y la de Chiki y Ávaro, por Perea y Jauregi. Un “makeover” que parecía dar sus frutos, con una primera combinación con Bebé. Si bien fue el recién llegado Chiki el que tuvo otro acercamiento a la fuente del Mirandés, con un pase de Delmás, que al de Madrid le faltó, como está siendo la tónica verde habitual, acierto y fortuna a partes iguales. 

Al otro lado del ring, un Mirandés que proponía menos, si bien con apariciones que hacían enmudecer a A Malata como la protagonizada por Izeta, en el minuto 69 dándole demasiadas vueltas al remate para que, finalmente, se fuese a las manos de Ruiz. 

Sí que empujó el estadio ferrolano, con 6.425 personas en sus gradas, cuando, en dos minutos, Dorrio contó con un remate que se fue por alto y a continuación, tras un centro de Delmás, ni Álvaro Giménez de cabeza ni el tiro de Brais –que se fue por alto– daban al Racing el bálsamo del gol. 

Con nuevas piezas del puzzle racinguista sobre el campo, buscando Parralo en este inicio de liga un acoplamiento más propio de pretemporada, la afición verde que eligió A Malata en lugar de Meninas o Parrocheira –o alternó– aguantó de nuevo la respiración con un centro de Dorrio a un área vacía con Álvaro esperando en el otro palo. 

Estos, todavía, desajustes en la comunicación verde fueron, además del Mirandés, el principal rival del conjunto de Parralo que buscó otras soluciones. Bebé se sentó entre aplausos y gritos para la entrada de Manu Vallejo en su segundo duelo como racinguista, entrando poco después Álex López por Álvaro. Cambiaron las prendas pero no el reflejo en el espejo racinguista, con un equipo que sigue buscando cuál es su estilo y, mientras, sin goles no llegan los tres puntos ni en casa ni fuera. 

Racing Club Ferrol: Jesus Ruiz, Delmás, Puric, Naldo, Álvaro Sanz (Álex López, min 86), Jauregi (Álvaro Giménez, min. 63), Señé, Bebé, Dorrio, Brais Martínez y Luis Perea (Chiki, min. 63). 

Banquillo: Bernard, Yoel, Rober Correa, Chiki, Álex López, Aitor Gelardo, Manzanara, Manu Vallejo, Álvaro Giménez, Moi Delgado y David Carballo. 

CD Mirandés: Raul Fernández, Rincón, Alonso (Parada, min. 74), Tachi, Gorrotxa, Panichelli, Reina (Martín, min. 74), Tomeo, Lachuer (Homenchenko, min. 74), Juan y Joel Roca (Izeta, min. 55).

Banquillo: Luis López, Egiluz, Homenchenko, Álex Calvo, Izeta, Martín, Bassinga, Dadie y Parada. 

Árbitro: Sánchez López (colegio murciano)
Asistentes: Mira Garcia (colegio catalán) y Hernández García (colegio murciano).
Cuarto árbitro: Fernández Buergo (colegio asturiano)
Tarjetas Amarillas: Racing CF:  Puric (min. 25);  CD Mirandés:  Lachuer (min. 13),  Joel Roca (min. 51), Juan G. (min. 53) y Tomeo (min 53).