Al Racing la pretemporada le sigue permitiendo sumar minutos, pero sus sensaciones no acaban de ser buenas. En su quinto test de esta fase de puesta a punto, el que lo enfrentó al Bergantiños, el cuadro verde acabó adjudicándose la quincuagésimo segunda edición del Trofeo Concello de Mugardos. Pero solo fue tras la tanda de penaltis, porque antes no había sido capaz de marcar –eso sí, tampoco encajó–. Así que al conjunto aún le falta para ser lo que quiere.
Aunque la versión del Racing que saltó al terreno de juego de A Pedreira distó de la que se espera sea titular en el campeonato liguero, en realidad lo hizo con una ambición que lo llevó a tener el control durante los primeros minutos. Ese ímpetu, sin embargo, fue decayendo paulatinamente y el Bergantiños lo aprovechó para to mar el control de la situación y protagonizar las primeras ocasiones de marcar, que estuvieron cerca de convertirse en el gol que lo adelantase.
Un disparo de Marru, otro del fenés Iago Novo –que incluso en otra acción ofensiva de los suyos tuvo que ser derribado “in extremis” cuando se colaba en el área– demostraron que el gol estaba más cerca del cuadro de Carballo que del de Ferrol. Porque la escuadra de la ciudad naval apenas fue capaz de generar ocasiones –tan solo un disparo de Azael que se fue a las manos del portero Santi Canedo–
No cambió demasiado el panorma en la segunda parte. Primero, porque apenas hubo cambios y, además, porque fue el Bergantiños el que siguió estando más cerca de marcar –en especial en un remate de Darío que se fue al palo–. Y, a pesar de que en esta ocasión el cuadro verde reaccionó con celeridad y generó su mejor ocasión del compromiso.
Los cambios, sobre todo los realizados por el Racing, le dieron algo más de ritmo al partido, pero en realidad eso no significó que hubiese más ocasiones para marcar. Al contrario, las llegadas a cualquiera de las dos porterías empezaron a escasear y lo único que sacó al encuentro del clima anodino por el que circulaba fue la agresividad –a veces en exceso– mostradas por los contendientes.
Con el cuadro verde en inferioridad numérica por un calentón de Gorostidi, que le costó la tarjeta roja, el encuentro se encaminó sin grandes novedades a su final del tiempo reglamentario. Así que fueron los penaltis los que decidieron quién era el ganador del trofeo y ahí el vencedor fue el equipo ferrolano, que sigue quemando estapas hasta el comienzo del torneo liguero con mucho aún por mejorar.