Un muro llamado Racing de Ferrol

Un muro llamado Racing de Ferrol
Los jugadores del equipo ferrolano celebran uno de los dos goles conseguidos ante la SD Logroñés en Las Gaunas | alfaqui

De todos los factores que han llevado al Racing a disfrutar de su mejor racha de la temporada (nueve partidos sin perder, 23 puntos de 27 posibles), la fortaleza defensiva es quizás el más relevante. El equipo que prepara Cristóbal Parralo es tercero en el grupo I, a dos puntos del segundo y con dos de ventaja sobre la UD Logroñés, el primer equipo tras los puestos de playoff de ascenso a Segunda, y ya es el conjunto que menos encaja no solo de los 19 que compiten –tras la expulsión del Extremadura– en su cuadro, sino de toda la categoría.

La escuadra ferrolana solo ha recibido veinte goles en lo que va de campeonato –29 jornadas–, dos menos que los siguientes en este capítulo –Racing de Santander y Deportivo, líder y segundo, respectivamente– y cuatro menos que la UD Logroñés y el Badajoz, ambos fuera de los puestos de promoción. Son, por tanto, cinco los conjuntos del grupo I que encajan menos de un gol por partido.

En el otro cuadro, el más fiable defensivamente es el Nàstic de Tarragona (23), unas prestaciones que, sin embargo, no le alcanzan de momento para colarse entre los cinco primeros. Hay otros seis equipos que reciben, de media, uno o menos goles por partido: Andorra (25), que ocupa el segundo puesto de la clasificación; Albacete (26), que es el líder; Villarreal B (27), instalado en la tercera plaza; Sabadell, también con 27, aunque es noveno; Atlético Baleares (28 y cuarta posición) y, por último, Linense (29), lejos de la zona noble, pues es decimotercero.



Portería vacía


El del pasado domingo ante el San Sebastián de los Reyes (1-0) era el undécimo encuentro de liga en el que Gazzaniga no recogía el balón del fondo de las mallas, una situación que, por otra parte, es más frecuente cuando el equipo de Cristóbal Parralo ejerce de visitante. Así, hasta en siete choques a domicilio el Racing de Ferrol no ha concedido ni un solo gol, por los tres en casa (Celta B, Deportivo y Sanse), además del encuentro ante el Extremadura, que no se disputó y que Competición resolvió con un 3-0 favorable al cuadro departamental.

La solidez en la retaguardia es, por tanto, un factor importante, pero tampoco explica por sí sola la extraordinaria trayectoria del equipo ferrolano en los dos últimos meses. En este sentido, la competencia interna y el buen momento físico del equipo sí permiten dibujar una imagen más fiel a la realidad. Los cambios –tanto de inicio, con respecto al partido anterior, como a lo largo de los enfrentamientos– se están revelando cruciales. Salga quien salga, el nivel no se resiente –a veces, todo lo contrario– y la sensación es que todo el vestuario está, salvo lesión, con el ritmo de competición adecuado.

Así, la implicación general, además de reflejar la con­vicción en la filosofía del cuerpo técnico, es también fruto del trabajo físico que coordina y dirige Kiko Corredoira. El hecho de ganar la mayoría de los últimos partidos en los minutos finales –Rayo Majadahonda, Real Unión o Sanse, por ejemplo– denota que el grupo está en forma y que los partidos no se le hacen largos. Y en esto hay también un último factor, también relacionado, aunque de tipo emocional: el apoyo de la afición. La racha del equipo repercute en las entradas en el estadio de A Malata y ese empuje, como decía el otro día el capitán Diego Rivas, “nos estimula”. 

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