No más ensayos. La obra de Segunda División con el Racing como uno de sus protagonistas –a la espera de si puede llegar a convertirse en una de las estrellas– levanta el telón para los de Cristóbal Parralo mañana ante uno de los nuevos actores incorporados al guion de la trama, el Málaga –17.00 horas, A Malata–.
Y todo ello con un campo ferrolano ya más adecuado para la ocasión y categoría, con nuevos tornos, y asimismo, a buen seguro mucho más lleno, a tenor del récord de abonados con el que cuenta la entidad –9.360– y del “sold out” de las más de 400 entradas que en la mañana de hoy se pusieron a la venta en las oficinas racinguistas –además, por su puesto, de la afición malagueña que quiera presenciar el primer partido de los suyos en su regreso a la categoría–.
Por este ambiente festivo que vivirán tanto ferrolanos como andaluces, A Malata puede convertirse en una pequeña franquicia de una Feria de Málaga que, precisamente, comienza esta noche en esta ciudad, con sus tradicionales fuegos artificiales. Mañana lo harán, mientras, los festejos de la ciudad naval en los que, porqué no, puede incluirse la primera de las victorias de los de Parralo en la competición liguera como otra de sus actuaciones estelares.
El renovado conjunto verde se fija “objetivos inmediatos”, como señalaba el preparador, con el Málaga como el primero a bajar del escenario de A Malata, que buscará ser, de nuevo, el lugar seguro de los ferrolanos en donde “intentar ser un equipo fiable”. Tendrán enfrente los verdes a un grupo malagueño que llega, al igual que hicieron ellos el pasado ejercicio, con el empuje del ascenso y con un bloque mucho más acoplado que, por ejemplo, el racinguista, con una docena de caras nuevas en sus filas. No quiere así el Racing deslumbrarse con el reflejo de su yo pasado, buscando afilar sus nuevas armas, empezando, por ejemplo, ante el grupo andaluz.
La ausencia de extremos izquierdos –”tenemos algunas opciones porque llevamos así toda la pretemporada”, señala Parralo–, la espera de un mediapunta y sin poder tirar de un filial, puede hacer tambalear un poco al equipo ferrolano en sus primeros pasos ligueros, que pueden tener como banda sonora final una celebrada muiñeira o un no tan esperado fandango.