Ya lo avanzaba el técnico y deportista del Remo Narón Marcos Lema pocas horas antes de entrar en liza en casa, en su bandera, delante de su afición y de su familia. “Los catorce canteranos pueden competir como los ocho que nos quedamos en tierra”, señalaba.
Y así lo hicieron, engrandeciendo ese pequeño orgullo de un pequeño club que va creciendo temporada a temporada. Sin duda, Lema conoce a la perfección a unos remeros que en la ensenada de A Gándara tomaron la salida en la segunda de las tandas -lanzada, al igual que la primera–, con un cierto retraso respecto al horario establecido. No era un premio esta alineación a los canteranos por remar en casa, Lema sabía del potencial de los suyos, que así lo demostraron en una tanda en la que Castropol no ocultó que había otro naronés en la casa, el patrón Geno Pena.
Asturianos y naroneses buscaban las mejores calles en una tarde de viento y sol, y eran los de Pena los que se colocaban en cabeza. Por detrás era Narón el que acechaba, con la vista puesta en igualar su mejor resultado hasta la fecha en esta competición, la sexta plaza. Así, los de Lema parecían tener más remos en su trainera que unos botes de Urme y Mecos, en unas dos primeras mangas que compartieron campo de regatas y que por momentos parecía que se movían en distancias muy cortas, con sus remos casi rozándose.
Ese plus naronés quedó reflejado en esa trabajada sexta plaza –”la mejor de todas las conseguidas”, señalaba lema–, la tercera tras las firmadas en Moaña y Redondela y que sirve para los verdes amarren la séptima posición en la general, a siete de Mecos, y a falta de tres regatas.
Muy destacada fue también la actuación de la “Bestarruza” del Club do Mar de Mugardos, encabezando en todo momento la primera de las tandas, si bien todavía sin poder colarse entre las embarcaciones de la segunda tanda. Los de la villa fueron novenos en una bandera en la que Chapela dio todo un recital en la tanda de honor, cimentando su triunfo ya con un demoledor primer largo en Narón.