El rostro de Gerard Casas al término del encuentro, y cuando ya se habían vaciado las gradas del pabellón malagueño, reflejaba el gran trabajo realizado por la formación ferrolana para lograr lo impensable a principio de campaña. El inicio de este nuevo proyecto ha finalizado con “una felicidad indescriptible”, señalaba el preparador catalán con el ascenso a Primera ya en el bolsillo sin la necesidad de un tercer encuentro.

“Estoy muy agradecido. Les acabo de decir a los jugadores que les quiero”, confesaba un entrenador que asimismo quiso hacer hincapié en la afición “parrula” que había en las gradas de Carranque. “Lo hemos celebrado con la familia. Ha venido muchísima gente desde Ferrol, que está muy lejos –concretamente a 1.135 kilómetros–, hay que agradecer a la afición y al equipo”, apuntaba el preparador para echar la vista atrás. 

“La temporada ha sido durísima y creo que lo que hemos conseguido es histórico. Casi nadie se lo esperaba y con el tiempo nos daremos cuenta de la locura y lo gorda que la hemos liado”, contaba Casas con una gran sonrisa de satisfacción, para dar paso a una merecida celebración. Una fiesta que ya se vivió en tierras malagueñas y que en pocas horas se trasladará a Ferrol. 

“Volvemos a Ferrol a encontrarnos con nuestra gente que habrá vivido el partido ahí en la pantalla gigante con mucha emoción y sufrimiento”, señalaba el preparador tras un igualadísmo duelo ante un Málaga al que asimismo Casas quiso felicitar. “Nos lo ha puesto dificilísimo”, decía Casas que pocos minutos después de certificar su ascenso a Primera piensa ya en esa próxima temporada en la elite. 

El entrenador catalán reveló que, durante este playoff que finalmente culminó en ascenso, su valentía en El Ejido los penalizó, por lo que su plan de partido para este duelo fue el de “que pasaran los minutos, pasando menos cosas. Teniendo personalidad y siendo un poco valientes para que no nos hundieran, que ha costado mucho”, contaba Casas.

 “Nos han faltado piernas en la segunda parte”, confesaba el entrenador, conocedor también que con el paso de esos minutos “el Málaga iba a tener prisas y se iba a precipitar, e íbamos a tener nuestras ocasiones a la contra”. Un sufrimiento ganador de un equipo del que “estoy muy orgulloso”.