La festividad de San Xiao fue para la afición ferrolana algo más en la mañana de hoy. Fue esta fecha en la que, al igual que hizo la Navidad pasada –si bien en jornadas más prontas de este período festivo–, el Racing abría las puertas de su entrenamiento y, en éste, los seguidores verdes se encomendaban cara a cara a “San Cristóbal”, “San Javier” o “San Álvaro” para pedir por la salvación de su equipo.
Con A Gándara como capilla para esta plegaria comunitaria, convertida en un emocionante ejercicio de apoyo a los de Parralo, fue el preparador el primero en pisar, en solitario, el círculo central. Y ahí comenzaron ya los aplausos de unas bancadas locales prácticamente llenas de niñas, niños, mayores... Familias y afición decididos a hacer su parte de del trato y dar ese empujón a la nave verde.
A cuentagotas, cuerpo técnico y jugadores se fueron uniendo al preparador en el terreno de juego local, acompañados en todos los casos por aplausos y gritos de ánimo. Tras los correspondientes ejercicios de recuperación, comenzó un reparto de petos y la disputa de un “minipartido”. ¿Quién falta? Se contaban caras sobre el césped de A Gándara y en este trabajo abierto al público se echaba de menos a Brais Martínez, Moi Delgado, Manzanara, Manu Vallejo y Cabaco, y se unían a los no lesionados además de la ya habitual presencia del pontés David Carballo, otros dos juveniles: Diego Rey y Joel Ferreira.
Los más pequeños celebraban las acciones de los suyos en sus duelos fratricidas, posteriormente reducidos a medio campo y celebraron las dianas de Álvaro Giménez, Nacho o Bebé, entre otros. Esas que tanto echan en falta, en mayor número, en los duelos de competición liguera.
“¡Dadle importancia!”, les “rugía” el capitán Álex López a sus compañeros durante uno de estos últimos “todos contra todos”. Parralo les pedía asimismo intensidad a los suyos, mientras que las instrucciones del entrenador se mezclaban con los llamamientos de los más pequeños a los diferentes jugadores..”¡Álvaro! ¡Buñuel! ¡Bebé!”, se escuchaba en una mañana en la que, afortunadamente, durante gran parte de la sesión de trabajo, la lluvia dio o una tregua o hizo apariciones esporádicas. Eso sí, parecía estar esperando al término de la misma, ese momento en el que cada uno de los jugadores se paró con cada uno de los niños, niñas y mayores que, primero bajo cuatro gotas y luego bajo el chaparrón, pedían una foto, una firma en su camiseta, cromo o álbum.
La marea verde descargó todo su apoyo y los jugadores todo su tiempo para, en este “quid pro quo” demostrarse los unos a los otros que sí se puede, esperando ver esa esperada reacción –continuada en el tiempo– racinguista ya este sábado en casa ante el Cartagena. Y quién sabe, quizá con los mismos protagonistas, quizá ya con caras nuevas que refresquen ideas y ánimos para convertir al Racing, de nuevo, en la revelación liguera.
En su segunda sesión de la semana, elegida por la entidad verde para abrir las puertas a la afición, se podían ver las ausencias de Brais Martínez, Manu Vallejo, Fran Manzanara, Moi Delgado y Cabaco en el inicio del entrenamiento. Sin embargo, los dos primeros se unieron más tarde a sus compañeros en el trabajo en campo de A Gándara, eso sí, con trabajo al margen del grupo con el readaptador y asimismo con carrera.
El de Baiona va camino de su séptimo duelo consecutivo en el dique seco, igualando así la “racha” vivida en su primera lesión. Mientras, Vallejo rompió con tres minutos en liza ante el Oviedo sus seis partidos sin jugar. Una aparición efímera, que encadenó con otras tres suplencias. Moi, por su parte, regresó brevemente ante el Zaragoza, mientras que el retorno de Manzanara está previsto para finales de este mes si se cumplen los plazos.