Hace tres meses, el Centro de Interpretación dos Muiños Industriais de Xuvia (Cimix) habría sus puertas para dar a conocer una parte de la historia de la zona, que tuvo en el municipio naronés uno de los molinos más importantes de Europa con el impulso del francés Juan de Lestache Nugos.
Él, que encontró su medio de vida en la zona –que para el siglo XVIII se constantaba como “un auténtico hervidero de gentes procedentes del Reino y del extranjero en busca de fortuna”– y que a partir de 1775 hizo de las orillas del río Grande de Xuvia uno de los pilares comerciales de la zona, también encontró el amor. La nedense María López Lamas, una “adelantada a su tiempo”, como exponen desde el museo, y que fue “una de las mujeres más ricas y respetables del país, que rompía todas las convenciones de la época”. Esto se debe, principalmente, a su segundo matrimonio con un hombre de origen humilde, mucho más joven que ella, después de la muerte del francés.
Y es que todos los lugares esconden una historia, y el Cimix no es menos. Sin embargo, y a pesar de que los primeros años de funcionamiento están muy claros, desde el museo se está intentando recuperar una parte más moderna, de la que aún quedan muchos testigos y cuya palabra vale lo mismo que un libro.
Desde la década de 1950 hasta el cese de actividad del molino, durante los años 70 aproximadamente, aún hay muchas cuestiones por esclarecer. “Narón: unha historia ilustrada na Terra de Trasancos”, del historiador ferrolano Andrés Pena Graña ha sido una “biblia” para aquellos que se ocupan de recuperar una parte del pasado. “Es una investigación muy completa que, junto con la Asociación Buxa ha ayudado a encajar las piezas del puzzle”, aseguran Paula Freire y Sara Breijo, guías del centro.
Sin embargo, hay una parte de la crónica naronesa que depende de la “tradición oral”, comentan. Entre risas, confiesan que “avasallamos a preguntas a todo aquel que nos deje” y así atesoran “una serie de vivencias y recuerdos que también aprovechamos para ponerlas en valor durante las visitas guiadas”. Y es que los recuerdos son, en sí mismos, historia.
Eso es lo que están buscando ahora, para ellas, aseguran “también es un proceso de aprendizaje”. “No es solo transmitir, sino que hay que atesorar el conocimiento de los mayores y no dejar que se pierda”, comenta la pareja de guías.
El molino de Xuvia, que este año soplará 250 velas en la tarta y lo celebrará con todos aquellos que así lo quieran, también hace de escenario para conferencias y todo tipo de actividades que buscan “hacer hogar” dentro de las instalaciones.
Estas programaciones, que se pueden consultar a través de las diferentes redes sociales (Tik Tok, Instagram y Faceebok) que tiene el museo, llegan para quedarse, al igual que las visitas guiadas.
Estas últimas cuentan, además, con un aliciente, y es que permiten acceder a la pasarela para ver la presa, una parte de las instalaciones que normalmente están cerradas al público. “Es una experiencia diferente, completamente personalizada y que permite dar a conocer muchas más curiosidades”.
Desde la vivienda a la fábrica, esta opción permite conocer en detalle una de las joyas del patrimonio de Narón, pero también está disponible el recorrido por libre para aquellos que decidan explorar por su cuenta, porque lo importante aquí no es cómo, sino el hecho de poder hacer un viaje al pasado en el riguroso presente.
Además de obradoiros que tienen caracter continuo, desde el CIMIX se proponen una serie de talleres con relación a fechas concretas, pero siempre haciendo un guiño a la historia del centro o cuestiones relacionadas tanto con él como con la zona y para todas las edades.
San Valentín o carnaval fueron los motivos en febrero, mientras que en el mes de marzo se llevará a cabo “Muiñeiras”, el día 9 a las 11.30 horas, un encuentro intergeneracional que permitirá la transmisión de la historia oral y que, además, cuenta con entrada gratuita, lo que permitirá a los participantes conocer el museo. Durante el fin de semana siguiente, acogerá un obradoiro –en horario de mañana, 11.30, así como de tarde, 18.00 horas– bajo el título “Magnolio Xenealóxico”, con motivo del Día del Padre. La entrada, en este caso, es de seis euros.