Las muertes gestacionales y perinatales tienen su único espacio de recuerdo en Narón

El municipio y Lugo son los dos concellos de Galicia que cuentan con una zona específica para estos casos
Las muertes gestacionales y perinatales tienen su único espacio de recuerdo en Narón
Detalle de alguna de las piedras que recuerdan a los bebés I CEDIDA

A las 43 semanas de gestación, Bea Brage esperaba ansiosa poder ver a su hijo, Izan. “Pensé que era la única en el mundo, pensé que esto no pasaba”, reconoce. Ella se vio en un caso de muerte perinatal, su hijo no había llegado con vida al parto y la madre se enteró poco antes de entrar a quirófano. 


“Tenía 41 años y me provocaron el parto. Él pesaba 4 kilos y medio. Me dijeron que era un grandullón dormilón, que ya nacería cuando tuviera que nacer. Rompí aguas sucias y me fui al hospital con mi mochila. Cuando llegué me dijeron que no había latido No me explicaron nada, simplemente me sedaron y yo estaba allí, incrédula. No me lo creía”.


Ahora es capaz de hablar, pero recuerda un tiempo, hace no mucho, en el que el dolor no le dejaba hacerlo.


Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúan a Galicia como uno de los territorios con las cifras de muertes neonatales y perinatales más bajas del mundo –incluso por detrás de países como Suecia y Reino Unido–. En el primero de los casos, se engloban los fallecimientos en los 28 primeros días de vida y en el segundo la mortalidad fetal tardía –22 semanas de gestación como mínimo–y los siete primeros días después del alumbramiento. En la Comunidad, en 2023, este tipo de muertes se situaba en el 2,71 por cada mil nacidos. 


A pesar de esta realidad, sigue siendo un “tema tabú”, expone Brage, ya que “es tan doloroso que no sabes como pasarlo realmente”. Ahí entran ellas: Bolboretas no Ceo Norte, una asociación de apoyo a las familias que hayan pasado o estén pasando por una situación como las anteriormente citadas. 


“Nosotros simplemente escuchamos a las mamás. Muchas no teníamos a nadie con quien hablar cuando nos pasó porque, a pesar de que los médicos te dicen que te respaldes en tus amigas, no siempre puedes. Pasar página u olvidar son discursos muy comunes con los que le quitas valor a la vida de tu hijo”. 

Monumento
Imagen de archivo del espacio I CEDIDA


Ella fue la impulsora de esta entidad en Narón. Lo hizo con la finalidad de poder “tener un sitio” donde poder velar a su hijo. A día de hoy, y a pesar de que “está muy deteriorado por las inclemencias del tiempo”, este municipio es el único en la provincia –a nivel autonómico se acaba de sumar Lugo– que tiene un monumento que recuerda a los fallecidos desde el año 2020


“Eternamente no meu corazón porque te levo gravado/a na miña alma. En memoria de todos os bebés que morreron durante a xestación, o parto ou ao pouco de nacer”, así reza la placa que se encuentra en la zona, cercada por piedras blancas que recuerdan nombres o fechas y que, en ocasiones, se cubre de recuerdos en honor a estos pequeños y pequeñas.


Ante una situación como las mencionadas anteriormente, desde Bolboretas no Ceo Norte explican que “cuando una mujer pasa por esto, no siempre se hace cargo del cuerpo. Si sucede al final del embarazo sí, pero en algo más prematuro depende de cuestiones externas como las aseguradoras, por ejemplo. Además, después del proceso de incineración no siempre quedan cenizas debido a la fragilidad de los cuerpos de los bebés”, explican.

 

La importancia del dónde


Y aquí es cuando se puede ver la importancia del dónde, de “tener un sitio para el día de Difuntos o cumpleaños”, o simplemente para ir a visitarlo, ya que la entidad recalca que para muchas es realmente importante “hacer una despedida, igual que enterramos a otros seres queridos. Hay madres que no tienen nada de sus bebés, hay cuerpos que se quedan en el hospital porque, realmente, en ese momento no sabes qué hacer. Tu cabeza no está para pensar”. 


El grupo reconoce que en los últimos meses no se han podido hacer cargo del monumento como debieren por problemas personales, pero avanzan que el Concello está haciendo todo lo posible para devolver el espacio al mejor estado posible. Ahora, en vez de un tejo –el árbol originalmente plantado– han optado por un chopo blanco.


Sin embargo, las piedras blancas en las que se recuerda “de manera más íntima y personal” se mantienen. De hecho, desde la asociación explican que, en un principio, desconocían que iban a llegar a ampliar tanto este círculo y a pesar de lo que esto significa “es precioso saber que todas tenemos un lugar al que acudir cuando lo necesitamos”.

Monumento Perinatal Naron
Recuerdos de las familias en fechas señaladas I CEDIDA


Aseguran que es realmente complicado saber qué hacer cuando “no tienes nada de él o de ella”, de ahí la importancia del lugar. 


Hasta que este estuvo en el cementerio municipal de Narón, para Brage era Meirás el sitio de Izan. “Antes de tener dónde, me inventé un sitio. No era como otras, no tenía cenizas pero su hermana mayor un día me dijo que estaba en el aire, y como allí siempre da, iba los primeros años a tirar una rosa al mar. Ahora no, ahora tengo mi lugar”.


Son muchas como ella las que llevan a cabo su despedida y conmemoraciones aquí, con globos y flores coloridas que amparan a todos los pequeños y pequeñas que allí se recuerdan desde hace cinco años.

 

Una red de soporte


A pesar de que el duelo es una situación inherente a la condición humana, sin embargo, la guía autonómica para estos casos reconoce el “dó desautorizado”, es decir, “deslexitimado pola contorna desta persoa e/ou pola sociedade, que lle restan valor e poden dificultar as súas manifestacións”.


De hecho, aquellas que pasaron por esta situación aseguran que el discurso más común es el de “tener que olvidar y pasar página”. Ahí entra el papel de otras mujeres “y te das cuenta de que no hay ninguna en el mundo que no conozca a quien pasó, por ejemplo, por un aborto, o lo viviera en sus propias carnes”. Lo que pasa es que, normalmente, no se cuenta. 


Brage explica que en su caso fue a través de las redes sociales. Se armó de coraje y contó la situación, recalcando que lo que necesitaba “era hablar con alguien”. La respuesta fue inmediata, “fue asombroso el número de personas que me empezaron a hablar. La madre con la que más feeling tuve fue una mujer de México, imagina hasta dónde llegó mi mensaje”. 


A pesar de que cada experiencia es única e incomparable, una pérdida durante el primer trimestre tiene un gran impacto. “Tienes la casa ya montada. Vas al médico y a la panadería con tu barrigón y la gente pregunta por el hijo o hija. Era un palo para las gestantes y para el resto”.


Sin embargo, ponen encima de la mesa la falta de reconocimiento para aquellas que sufren la pérdida al principio porque “no se valora el dolor de la madre. Al ser más habitual no se le da ningún tipo de importancia”.


Quizá, y a sabiendas de que el dolor es tan personal como intrasferible, Bolboretas No Ceo Norte sea capaz de ayudar, de ser una mano amiga en un momento en el que, sin duda, es necesaria.  Con los brazos abiertos aceptan, escuchan y acompañan, a todas las que las necesiten. Sus puertas, dejan claro, nunca estarán cerradas para ninguna. 

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