El municipio de Ares contará en un futuro con un nuevo alojamiento. El proyecto “Ecolodge-Raíces da Costa Ártabra” ha obtenido luz verde por parte de la Dirección Xeral de Calidade Ambiental e Sostibilidade para la construcción de un campamento turístico en O Raso, en la parroquia de Caamouco.
Tal y como ha podido conocer este Diario, la Xunta ha emitido un informe favorable de impacto ambiental, concluyendo que la actuación prevista no tendrá, previsiblemente, “efectos adversos significativos sobre o medio ambiente e, polo tanto, non se considera necesario someter o proxecto a avaliación de impacto ambiental ordinaria”.
Este nuevo “ecolodge” está concebido como un camping de baja capacidad e integración paisajística –con edificaciones de madera–, diseñado para potenciar el turismo responsable y dinamizar la economía local. De hecho, en la resolución de la Consellería se destaca que la Axencia de Turismo de Galicia valora “o seu impacto positivo no eido económico e social, ao mellorar a oferta de aloxamento local”.
En este sentido, se incide en que el funcionamiento de las instalaciones “requerirá de provedores locais de comercio e servizos, o que repercute favorablemente no emprego”.
Entre los principales elementos de los que dispondrá “Raíces da Costa Ártabra” destacan cuatro cabañas de alojamiento, dos de ellas de nueva construcción y otras dos rehabilitadas, con una capacidad máxima para 20 personas. Estas tendrán una altura y dispondrán de salón, comedor, cocina, dormitorio, baño y un soportal de entrada.
Habrá también una caseta destinada a la recepción de los campistas, así como otra edificación –ya existente en las parcelas donde se construirá el campamento– que será empleada por el personal de mantenimiento –estará separada de la zona del camping–.
El proyecto recoge, además, zonas ajardinadas, huertos ecológicos, una piscina de agua salada, un aparcamiento y una zona arbolada formada por los castaños presentes en la parcela –“que se manterá inalterada”, destaca la Xunta en su evaluación ambiental”–.
Los caminos de acceso –además del de entrada, que conecta con la AC-124, que enlaza Ares y Redes– se crearán empleando losa celosía con césped y hormigón. Además, se proyectan zonas cubiertas con grava fina, piedra, tarima de madera y pavimento de gres rústico.
La resolución de la Xunta recoge que el emplazamiento del nuevo alojamiento se sitúa a 140 metros de la playa de O Raso, en una zona rural de uso agrícola en proceso de transformación a residencial. Próximo a este lugar se sitúan la Senda dos Faros, el castro de Punta Mourón o Punta Caamouco.
Pese a que el ámbito de actuación está cercano a espacios de gran valor ecológico –como la Reserva da Biosfera “Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo” o la Zona de Especial Conservación (ZEC) “Fragas do Eume”–, el informe autonómico concluye que el proyecto no influirá en hábitats de interés comunitario o elementos del patrimonio cultural.
En definitiva, el documento detalla que los efectos del proyecto serán de escasa magnitud –impacto paisajístico bajo, efectos limitados en fauna y flora, o nula afección al dominio público hihráulico–.
No obstante, para dar luz verde a este “ecolodge”, la Dirección Xeral de Calidade Ambiental e Sostibilidade ha incluido una serie de condiciones para asegurar la viabilidad ambiental del proyecto.
“No desenvolvemento do proxecto aplicaranse as medidas protectoras, correctoras, así como o seguimento ambiental destas propostas na documentación presentada polo promotor na tramitación”, expone la Consellería, en relación a actuaciones de protección de la atmósfera, población y salud; de aguas y lechos fluviales; de gestión de residuos; relacionadas con los valores naturales del entorno o con la integración paisajística en el lugar.